El impacto de los grandes avances tecnológicos en materia de informática a dado al mundo de hoy un carácter global que se expresa en la aparición de mercados cada vez más dinámico y de nuevas necesidades de bienes y servicios.
Estos cambios se han incrementado de un modo notable; la cantidad de datos que
las personas deben manejar para la toma de decisiones han hecho del tiempo un
recurso que debe ser cuidadosamente valorado. En medio de este panorama cada vez
más complejo, la información adquiere tanta relevancia que nunca pareció más
cierto que: la influencia que se tiene es directamente proporcional a la
información que se posee. Pero, en el mundo de los negocios el valor de la
información no se mide en términos de cantidad, sino de calidad. La calidad de
la información, es decir si es útil, confiable y oportuna, resulta vital. En
otras palabras, la calidad de la información es la fina línea que nos separa
del éxito.
Las diferentes organizaciones necesitan adaptarse a las nuevas realidades y
deben aplicar nuevas tecnologías; usar métodos e instrumentos novedosos y
motivar cambios de actitud y conductas en su personal para aprender a Pensar,
Sentir y actuar con nuevos niveles de conciencia para resolver las situaciones
o los problemas que tenemos en tiempos de incertidumbre y cambios.
Adicionalmente, deben revisar y evaluar el exceso de datos innecesarios, la
falta de claridad en los objetivos, los problemas de comunicación, los
conflictos interpersonales, la falta de integración de equipos de trabajo, el
derroche de energías y materiales, la pérdida de tiempo y las constantes
desviaciones que nos alejan de los objetivos y traen como consecuencia el
gerenciar en crisis y con crisis.
De acuerdo con lo planteado anteriormente, es obvia la necesidad de cambiar
algunos hábitos o paradigmas que nos estimulen cambios en nuestra conducta. En
primer lugar, es importante, que una persona – o los miembros de una empresa -
identifique sus más sentidas necesidades o aspiraciones, y de esta manera
definir objetivos claros y realistas que construyan una visión de futuro más
positiva. Por otra parte, es importante que realicemos diagnósticos más
honestos y profundos para conocer mejor nuestras Fortalezas, Limitaciones, Oportunidades
y Riesgos; es decir nuestra FLOR.
Cuando el ser humano realiza un inventario de los recursos intelectuales,
emocionales o tecnológicos que posee, conoce sus Fortalezas y está más
consciente de su realidad. En segundo lugar, acepta sus límites y miedos, y
tiene el coraje suficiente para enfrentarlos; ésta es la única manera de que
transcienda sus Limitaciones y alcance un mejoramiento integral.
En tercer lugar, es importante estar con los “ojos bien abiertos” para no
perder las Oportunidades que se nos presentan en la vida; no debemos olvidar
que la mente y los paracaídas funcionan bien cuando están abiertos. Por último,
se deben tomar en cuenta los Riesgos, los obstáculos o cualquier otro factor
que impida el logro de nuestros objetivos y tomarlos en cuenta a la hora de
planificar. En resumen es necesario obtener información útil, confiable y
oportuna para expandir nuestras inteligencias cada día más y asegurarnos que
nuestros objetivos sean reales y alcanzables.
Cuando tenemos claros los objetivos y estamos seguros de que son realistas,
integramos el pensar y sentir para actuar con mejores estrategias. En
conclusión, al organizar mejor nuestras ideas aprendemos a seleccionar sólo
información útil, confiable y oportuna para automáticamente eliminar el exceso
de datos e información irrelevante, que estimula la ansiedad, la dispersión, la
frustración, el estrés y el CAOS
Es importante tener clara la diferencia entre datos e información útil, para mejorar nuestra calidad de vida. Cuando manejamos datos nuestro cerebro utiliza sólo su hemisferio izquierdo y nos robotizamos, es decir, nos transformamos en una maquina y limitamos nuestra creatividad. Por ejemplo, cuando utilizamos una computadora en forma sistematizada, o sea, convertimos nuestra experiencia en reglas que se podrían automatizar, logramos disminuir esfuerzos físicos y mentales innecesarios, es decir transferimos nuestros conocimientos y experiencias a la computadora para producir la información realmente útil, también llamada información por excepción.
Es importante tener clara la diferencia entre datos e información útil, para mejorar nuestra calidad de vida. Cuando manejamos datos nuestro cerebro utiliza sólo su hemisferio izquierdo y nos robotizamos, es decir, nos transformamos en una maquina y limitamos nuestra creatividad. Por ejemplo, cuando utilizamos una computadora en forma sistematizada, o sea, convertimos nuestra experiencia en reglas que se podrían automatizar, logramos disminuir esfuerzos físicos y mentales innecesarios, es decir transferimos nuestros conocimientos y experiencias a la computadora para producir la información realmente útil, también llamada información por excepción.
El nombre de información útil no es caprichoso, obedece a razones poderosas.
Con la información útil una persona, una pareja, una familia, la sociedad, las
organizaciones y el planeta pueden alcanzar innumerables propósitos, desde
mejorar su capacidad de pensar y definir objetivos; identificar con mayor
objetividad sus necesidades reales; mejorar la calidad de las comunicaciones
internas y la toma de decisiones; criterio más racional y lograr la integración
de equipos de trabajo, hasta la optimización de uno de los recursos más
valiosos de nuestra era: El TIEMPO.
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