Peliculas

Las 5 mejores películas de la primera mitad de 2014

El tiempo pasa veloz e implacable. Ya hemos dejado atrás medio año, y con las vacaciones y la playita, a la espera de que nos lleguen los grandes estrenos del verano, es un buen momento para valorar lo que está dando de sí la cosecha cinematográfica de 2014. Un repaso que está condicionado, como siempre, por las diferentes fechas de distribución de cada país, y en el nuestro lo habitual son los retrasos...
Salvo los blockbusters de Hollywood y las secuelas de títulos de éxito, que por lo general son puntuales (y llegan con numerosas copias) a las salas españolas, el cine de calidad suele hacerse esperar. Es curioso cómo el año pasado os dejaba mis películas favoritas de los primeros seis meses y solo había una producción de 2013; en la lista que os traigo este año no hay ninguna producción de 2014 aunque sí una de 2011.
A continuación os dejo mi lista (personal e intransferible) de las mejores películas que han llegado a nuestra cartelera desde el 1 de enero al 30 de junio de 2014:

'Oslo, 31 de agosto' ('Oslo, 31. august', 2011)
A principios de año pasó inadvertidamente por nuestros cines esta joya de Joachim Trier (familiar lejano de nuestro querido Lars) que actualiza la contundente historia de 'El fuego fatuo' ('Le feu follet', 1931), el clásico literario de Pierre Drieu La Rochelle. Un sobresaliente Anders Danielsen Lie da vida a un joven que tras superar su adicción a las drogas intenta reincorporarse a la sociedad, sin embargo lo que se encuentra es soledad, incomprensión y sinsentido...

'Nebraska' (2013)
Mi favorita de las nueve películas que competían en la pasada edición de los Oscar. Alexander Payne retrata con una bellísima fotografía en blanco y negro, la particular pequeña gran aventura de dos hombres, padre e hijo, que repasan su pasado, su presente y su relación durante un viaje para reclamar un premio inexistente (metáfora de la propia vida). Impresionante trabajo de los veteranosBruce Dern y June Squibb, y sorprendente Will Forte en el papel más exigente de su carrera hasta ahora.

'Alabama Monroe' ('The Broken Circle Breakdown', 2012)
A veces, las películas te rompen el corazón. Este dramón de Felix van Groeningen es una prueba de ello. A través de un ágil montaje que va alternando pasado y presente, una banda sonora imprescindible para cualquier melómano y unas interpretaciones que dejan huella (por parte de Johan Heldenbergh y Veerle Baetens) se nos cuenta la emocionante y desgarradora historia de una pareja que tras alcanzar la felicidad se enfrenta a una terrible tragedia...

'Solo los amantes sobreviven' ('Only Lovers Left Alive', 2013)
Jim Jarmusch recoge los pedazos más interesantes que quedan de la mitología vampírica, casi arruinada por subproductos sacacuartos como la saga Crepúsculo, y nos invita a mirar el mundo a través de dos criaturas de la noche enamoradas durante siglos. Estéticamente irresistible, con un delicioso humor negro y un reparto en estado de gracia (Tom Hiddleston, Tilda Swinton, John Hurt, Mia Wasikowska y Anton Yelchin) es una de esas disfrutables obras que expresan mucho más de lo que aparentan.

'El sueño de Ellis' ('The Immigrant', 2013)
A finales de junio llegó por fin a España una de las mejores producciones del año pasado. Después de tocar el género romántico (a su manera) con 'Two Lovers' (2008), James Gray ofrece una cruda visión del sueño americano a través del viaje de aprendizaje de una inmigrante polaca cuyo corazón se disputan dos hermanos. Lección magistral de narrativa a cargo de un autor infravalorado y un reparto extraordinario encabezado por Marion Cotillard, Joaquin Phoenix y Jeremy Renner.

Menciones especiales:
Si bien tengo muy claro que las cinco de arriba son las más destacadas, si me pidieran hacer un top ten completaría la selección con 'La gran estafa americana' ('American Hustle', David O. Russell, 2013), 'El lobo de Wall Street' ('The Wolf of Wall Street', Martin Scorsese, 2013), 'El gran hotel Budapest' ('The Great Budapest Hotel', Wes Anderson, 2014), 'Enemy' (Denis Villeneuve, 2013) y 'Big Bad Wolves' (Aharon Keshales y Navot Papushado, 2013).

Hasta aquí mi aportación, os cedo la palabra. Espero que no seáis tímidos y compartáis también vuestras propias listas con lo que consideráis que, por ahora, es el mejor cine del año.

¿Cuántas películas de 'El planeta de los simios' crees que hay?
Seguro que recordamos la primigenia de Charlton Heston, incluso la última sobre El origen de la saga monotemática, pero, ¿y las otras seis?
Para aquellos a los que no les salgan las cuentas, aquí va un resumen diagonal a través de los años

Una prueba de maquillaje y el productor Arthur P. Jacobs fueron los responsables de que en 1968 la ciencia-ficción escalase desde la serie Z hasta el inicio del alfabeto. Ahora, casi medio siglo después, el rey de los géneros taquilleros ensombrece la labor de quienes sudaron sangre para ofrecer un nuevo lenguaje y dar un salto cualitativo en la escena cinematográfica. No solo El planeta de los simios, tambiénOdisea en el espacio, La semilla del diablo y La noche de los muertos vivientes sirvieron para regenerar los universos de plastilina y los disfraces irrisorios que hasta entonces habían servido de atrezzo a la fantasía.
Después de mucho esfuerzo y 5.000 dólares invertidos en látex para convencer a la Fox, Jacobs logró adaptar sobre el celuloide la obra homónima de Pierre Boulle. Ese fue el germen de la demencial pérdida de norte que ha sufrido esta simiesca franquicia. Atrás quedaron los aspectos sociales y culturales que alentaron guiones valientes y metáforas insurrectas sobre la guerra del Vietnam. Ahora prima el  reboot, o ' remake que a mí me de la gana', capaz de hacer revolverse en la tumba al mismo Boulle. Matt Reeves, escudero de J.J Abrams y fiel estandarte de este concepto-alarma de la fuga de ideas, ha regresado con El amanecer del planeta de los simios.

Antes de que el croma invadiese la saga y la tecnología enviase a los maquilladores a la cola del paro, otras hurgaron en esa convivencia imposible sobre la faz de la Tierra. Aunque los formatos cada vez distan más de la cinta fundacional, la parábola sobre el racismo es la columna vertebral de todas ellas. Pero, a bote pronto, ¿cuántas películas de El planeta de los simios diría que hay? Los cinéfilos y más fieles a la saga sabrán que en total suman ocho, pero para aquellos a los que no les salgan las cuentas, aquí va un resumen diagonal a través de los años.

De las líneas al estrellato
En 1968, Franklin J. Schaffner inauguró con El planeta de los simios una de las franquicias más lucrativas de la Meca del cine. Gracias a los esfuerzos del productor Arthur P. Jacobs, 20th Century Fox apadrinaría un proyecto que olía a millones encabezado por la estrella del momento, Charlton Heston. Con un unos monos modelados a golpe de látex por el diestro John Chambers, un guión mordaz firmado por Michael Wilson - El puente sobre el río Kwai- y una oscarizada banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith, la cinta irrumpió como un éxito absoluto en la taquilla.

El comienzo de una ambición
Dada su recepción y presencia dominante en los premios de la Academia -crearon el galardón de maquillaje específicamente por esa cinta-, Jacobs decidió exprimir hasta la última gota la fórmula de la opulencia. Con Ted Post tras las cámaras, en 1970 vio la luz el relevo del coronel Taylor, un tripulante interpretado por James Franciscus que llega al planeta para rescatar a su compañero. El regreso al planeta de los simios incrementó las analogías con las protestas por la invasión de Vietnam y viró hacia un concepto mucho más apocalíptico que dejaba abierta la puerta de las secuelas.

La siguiente, Huida del planeta de los simios, rompió un año después de un plumazo la línea que había respetado Post con su filme. La brecha espacio-temporal es sustituida por un regreso al pasado, que olvidaba esa trama futurista que había inspirado Pierre Boulle en el año 3978. Don Taylor simplificó la historia hasta los límites de lo absurdo, situándola en el Zoo de los Ángeles y reduciendo su potencia interétnica a un pueril juego del pilla pilla. Sin embargo, aunque la tercera entrega se postró ante la comedia blanca y el romance tontorrón entre Cornelius y Zira, la recaudación no fue nada desdeñable.

Ave, César
El vástago de los monos fundacionales, César, será el resorte que impulsará el resto de las cintas, por muy incongruentes que sean. Pero las primeras que se sirvieron del personaje lograron recomponer las piezas de la saga y devolverle la idiosincrasia perdida en la Huida. J. Lee Thompson fue el encargado de orquestar  La rebelión del planeta de los simios y  La conquista del planeta de los simios, dos cintas que no esconden su intención de cerrar el interminable círculo y explicar la revolución de los monos y el origen de su predominio.

La primera es considerada como una de las mejores de la saga, aunque la taquilla de 1972 dijese lo contrario. El guionista Paul Dehn - Goldfinger- hiló los entramados anteriores para culminar en la piedra rosetta de Schaffner, ya que le avisaron de que sería la última. Falsa alarma. Thompson tuvo que hacer malabares para deshacer el final épico de la Rebelión y poder recuperarlo al año siguiente en la Conquista, anunciada como colofón . Pero no contaban con Tim Burton.

Los nuevos despropósitos
'El planeta de los simios' de 2001, dirigida por Tim Burton

Con una estética preciosista, el director de Big Fish se impuso sobre Chris Columbus, Peter Jackson y James Cameron para capitanear el codiciado remake de El planeta de los simios en 2001. A pesar de la cuidada puesta en escena, el resultado final evidenció que 20th Century Fox se había decantado por el cineasta erróneo. ¿Qué falló? "No tenían el guión adecuado y contaban una fecha de estreno antes de comenzar a rodar el filme. Los productores le presionaban y le presionaban en la dirección equivocada. Tienes que dejar que Tim haga lo suyo", declaró su simiesco protagonista, Mark Wahlberg.
Uno de los elementos más desconcertantes fue su final ilógico y atropellado. "El final no ha de tener sentido, es más una situación tensa que se podría usar como gancho en caso que la Fox u otro cineasta quisieran retomar las películas", admitió el propio director. La crítica se cebó como pocas veces lo había hecho antes con la saga y con Burton, y el público encolerizó ante la estafa de un nuevo 'sacacuartos'.

Una década después del fiasco, Rupert Wyatt se armó de valor y creó los primeros monos digitalizados para centrarse en los inicios de los simios intelectuales. En El origen del planeta de los simios, el protagonista es Will Rodman, un científico de San Francisco que quiere lograr una cura contra el Alzheimer. Al experimentar con los monos, los fármacos les vuelven violentos y deciden matar a todos menos al bebé César. Esta cinta bebe directamente de la Rebelión y deja de lado, afortunadamente, el proyecto de Burton, ofreciendo una alternativa original pero denostada por los fracasos anteriores.

Resta ver qué nos depara El amanecer del planeta de los simios de Reeves, que retoma el formato blockbuster de su predecesora y lo tiñe de unos cuantos tonos más oscuros. Sitúa la trama diez años después del Origen, cuando una gripe ha aniquilado a la mayor parte de la raza humana mientras los simios viven en la armonía del bosque. Pero el odio sigue emponzoñado en ambas razas, lo que dará lugar a la sangrienta batalla final. Algunos la han comparado con el El imperio contraataca para  La guerra de las galaxias, otros con una suerte de Alien de Ridley Scott frente al Aliens de James Cameron. O simplemente puede ser un engranaje más en la saga del despropósito.


 
LA NOVIA DEL DIABLO (1968). La Hammer más satánica.

A la hora de hablar de cine de temática demoníaca, irremediablemente, los primeros títulos que nos vienen a la mente son los de las recurrentes "La semilla del diablo (1968)" de Roman Polanski, "El exorcista (1973)" de William Friedklin o "La profecía (1976)" de Richard Donner. Sin embargo, para los amantes de las rarezas más escondidas del apasionantegénero de terror, una de las piezas más sobresalientes que han tenido a las sectas satánicas como tema central vendría a ser "La novia del diablo (1968)". La mítica compañía británicaHammer, especializada en género fantástico, no únicamente se nutrió de personales versiones de los míticos monstruos de la Universal y ésta es una perfecta muestra de ello. El encargado de trasladar a la pantalla la novela ocultista homónima de Dennis Wheatley, publicada en 1934, fue Terence Fisher, todo un veterano de la casa que ya había entregado éxitos del calibre de "La maldición de Frankenstein (1957)" o "Drácula (1958)". Con ésta última, Christopher Lee logró su mayor momento de popularidad, repitiendo personaje en diferentes secuelas bajo las órdenes de Fisher, pero siempre he tenido predilección por la elegante y magnífica encarnación del Duque de Richleau en "La novia del diablo". La historia arranca cuando Richleau y Rex (Leon Greene), preocupados por la ausencia de su amigo Simon (Patrick Mower) en una reunión anual, se presentan en la mansión de éste último, encontrando una misteriosa reunión de personas que se autodenominan una “asociación astrológica”.

Diferentes señales hacen que el duque se percate de las verdaderas circunstancias: Simon forma parte de la preparación de un peligroso rito satánico, víctima de la hipnosis con la que el líder Mocata (magnífico Charles Gray) anula su voluntad. Desde ese momento, los protagonistas deberán mantener la cabeza fría y dejar a un lado los escepticismos si quieren arruinar los planes de la secta y salvar a la bella Tanith (Nike Arrighi) de ser sacrificada como ofrenda al diablo. La película tiene todos los ingredientes que luego hemos visto explotados hasta la saciedad en multitud de títulos: rituales de misas negras, manifestaciones del demonio en las más variadas formas y mucha simbología ocultista. Estrenada el mismo año que "La semilla del diablo", la cinta de Fisher sorprende por el detallismo y el rigor con el que se trata tan espinoso tema, sin perder, eso sí, un ápice de validez como obra fantástica y de entretenimiento, con sus inevitables pequeñas dosis de romance.

Como muestra tenemos el dilatado y muy sugestivo clímax final en donde los protagonistas se enfrentan a las fuerzas del mal desde el interior de un círculo protector pintado en el suelo. Pese a que los efectos especiales pueden resultar un tanto ingenuos a los ojos del público actual, la puesta en escena sigue deslumbrando por su elegante sencillez, con una preciosa fotografía de Arthur Grant y una dirección artística que reproduce efectivamente las siniestras ceremonias paganas. Estamos, por lo tanto,  ante una obra que ha sido muy reivindicada con los años, hasta el punto de convertirse en un título de culto que ha servido de referente para obras tan destacadas como "El día de la bestia (1995)" de Alex de la Iglesia –que contenía un explícito homenaje en la escena de la cabra– o "The Lords of Salem(2012)" de Rob Zombie. El tiempo ha ejercido de justiciero con "La novia del diablo", por lo que cada vez es más habitual encontrarla, muy merecidamente, en cualquier lista de las mejores películas de terror de la Historia. 


INICIO TIM BURTON
 BATMAN (1989).
EL VENGADOR
DE GOTHAM.
BATMAN (1989).
El vengador de Gotham.
Unos jovencitos Bob Kane y Bill Finger idearon en el año 39 bajo el encargo de la casa de cómics de D.C el crear a un héroe que alcanzara en popularidad al superhéroe que se había creado un año antes "Superman". El éxito fue tal que 20 años después el héroe de la capa negra había pasado a la televisión con el protagonismo del recordado Adam West. Incluso la revista comunista rusa "Pravda" habló de Batman diciendo que era un héroe que mataba a sus enemigos con elegancia y distinción (admirable para un capitalista). Trancurrieron los años y la productora Warner Bros tanteó a directores como Joe Dante y actores como Bill Murray con la idea de llevar a Batman al cine.
Hasta que se tomó la decisión de contratar a modo de asesor al creador del hombre murciélago (Bob Kane) y poniendo en la dirección del proyecto cinematográfico a un joven con un particularísimo estilo visual demostrado en cortos como "Vincent (1982)" y "Frankenweenie (1984)" y más tarde con los films "La gran aventura de Pee-Wee (1985)" y sobre todo "Bitelchús (1988)". El fenómeno Batman iniciaba así su andadura y una vez terminado el rodaje, la abrumadora campaña publicitaria con el signo ovalado del mamífero alado bajo un fondo dorado acabó calando muy hondo en el niño que una vez fui.
La elección de Michael Keaton para vestir el traje y la capa negra de héroe (que no superhéroe) fue cuanto menos sorprendente para todos. La elección de "Tim" fue cuestionada por los productores de la Warner, pero Keaton demostró que su capacidad para enfundarse el disfraz de atormentado héroe oscuro de complicada psicología convirtiéndose en millonario filántropo de día y justiciero implacable de noche era un gran acierto para contribuir al éxito. El siguiente reto era encontrar al enemigo del héroe de negro...que Bob Kane se encargó de solucionar alegando: -Para hacer de Joker, ¿Por qué no contratamos al loco ese de "El Resplandor"?-. En aquel momento no se me ocurre mayor "puntería" que la introducción de un Jack Nicholson majestuoso y adecuado loco desfigurado pintado en el que destaca su mueca de risa eterna que hacía de la esquizofrenia y el miedo sus fundamentos para su villano "El Joker".

Si a todo esto añadimos la participación de la belleza de Kim Basinger (sustituyendo a Sean Young por la caída de ésta de un caballo), la veteranía actoral de Jack Palance, Pat Hingle, Michael Gough y Billy Dee Williams, "el duende musical" heróico de Danny Elfman y la profesionalidad artística de Burton, Batman se levantó como un blockbuster inmenso y espectacular. Con una factura plástica sombría y gótica (el diseño de producción de Anton Furst y Peter Young ganó el Óscar), el Batman de 1989 estaba plagado de calles sucias, corrupción y muerte que servían de baluarte arquitectónico a enormes rascacielos. Las encorvadas gárgolas asisten inertes al pérfido plan del Joker para acabar con todos los ciudadanos Gothamitas que el perturbado pintado degusta en un delirio de muerte tomada a risa en lo que él a su manera entiende como un pasatiempo en forma de arte. En el año 89 Batman se convirtió en la décima película más taquillera de la historia.

La obra de Tim Burton con su calculada campaña publicitaria, el sello todavía desdibujado del cineasta, la profesionalidad de Michael Keaton y sobretodo el Joker de Nicholson contribuyeron a la notoriedad. El Joker por su parte robaba el protagonismo absoluto a toda la película llegando al punto de decir: -¿Qué clase de mundo es éste en el que un estúpido disfrazado de murciélago me roba la publicidad?- o soltando frases destacadas e imborrables de la talla de:-¿Has bailado con el demonio a la luz de la luna?... Le pregunto siempre éso a mis víctimas-. Batman-Keaton intenta ponerse a la altura de las circunstancias comentando a su amada una frase antológica y dejándole claro que quizá él no sea demasiado normal pero el mundo tampoco lo es antes de enfrentarse al malvado payaso demoníaco. A mi edad el recuerdo de Batman en sus inicios cinematográficos es imborrable. La "Batmanía" se había puesto en marcha con multitud de elementos de merchandising: Camisetas, juguetes, videojuegos, productos alimenticios, e incluso preservativos y un sinfín de elementos más. Kane y Finger crearon a Batman inspirándose en una mezcla de "El Zorro" que protagonizó Douglas Fairbanks en la década 20 y los esbozos de Leonardo Da Vinci, que entendió en su genio que los humanos para poder volar teníamos que parecernos al único mamífero volador: El Murciélago. Con el Batman de Burton comienza el mito del éxito.

Director: Tim Burton.

Intérpretes: Michael Keaton, Jack Nicholson, Kim Basinger, Robert Wuhl, Pat Hingle, Billy Dee Williams, Michael Gough, Jack Palance.
LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (1939). Vivien Leigh y Clark Gable en un clásico de la historia del cine.

En el año 1939 fue cuando la Edad de Oro de Hollywood vivió su máximo esplendor, debido al estreno de grandes películas como: "El Mago de Oz", "Cumbres Borrascosas" de William Wyler, "La Diligencia" de John Ford", "Caballero sin espada" de Frank Capra o "Ninotchka" de Ernst Lubitsch, entre otras muchas; que ayudaron a asentar definitivamente el conocidoStar System (sistema de los grandes estudios). Aunque de entre todas ellas, hubo una que marcó un antes y un después en la forma de entender y realizar el cine: "Lo que el viento se llevó", una grandilocuente superproducción que fue galardonada con diez premios Óscar. "Lo que el viento se llevó" introdujo cambios importantes en lo referente a la técnica cinematográfica, gracias principalmente a la labor de William Cameron Menzies y su magnífico uso del color, en una época en la que aun no se había asentado tal sistema, predominando el blanco y negro. Está basada en la novela homónima de Margaret Mitchell, y cuenta la historia de la joven adinerada y vanidosa Scarlett O'Hara, que durante la guerra de Secesión, y en los difíciles tiempos de la post-guerra, lucha por salir adelante cargando con todas las responsabilidades familiares. Del mismo modo, suspira por el amor de Ashley Wilkes, marido de su prima Melania Hamilton, y además tiene que lidiar con las pretensiones del apuesto (pero no tan noble) Rhett Butler, que está enamorado de ella.

Destaca la soberbia banda sonora de Max Steiner; por añadidura, es sobresaliente el trabajo de todo el reparto; la joven Vivien Leigh que interpreta a Scarlett, papel que la elevó al estrellato; el aplomo de Clark Gableinterpretando a Rhett Butler; Olivia de Havilland como Melania; Leslie Howard como Ashley; y Hattie McDanieldando vida a la entrañable "Mammy", que fue la primera actriz afroamericana galardonada en la historia con un premio Óscar a la mejor actriz secundaria. Su productor y gran artífice del resultado final, David O’Selznick, tardó dos años en elegir a la actriz que diera vida a Scarlett, que tras un multitudinario casting al que se presentaron más de 1400 candidatas (entre las que se encontraban Joan Crawford, Barbara Stanwyck, o Paulette Goddard) fue elegida finalmente Vivien Leigh, actriz inglesa de ascendencia india que por aquella época estaba casada con Sir Lawrence Olivier.

También se empecinó para que se rodara en color, además de introducir en el guión los conocidos diálogos, como las primeras palabras del comienzo, o el de la última frase de Rhett “Frankly my dear, I don't give a damn" (que traducido al español sería "Francamente, querida, me importa un bledo"), que a punto estuvo de no pasar la censura por culpa de la palabra “damn”, de ahí que O’Selznick se viera obligado a pagar a los censores una cuantiosa suma para poder incluirla. Se puede afirmar que "Lo que el viento se llevó" es el melodrama por excelencia, que cuenta con una historia muy bien relatada; unos personajes carismáticos y repletos de matices; secuencias y diálogos increíbles que han pasado a la historia como "A Dios pongo por testigo que nunca más volveré a pasar hambre". Está impregnada de valores como el amor, el honor, el orgullo, la familia, la propiedad y la esclavitud; todo ello la convierte en una de las películas más veneradas, galardonadas, y hermosas jamás realizadas.
 
Título original: Gone With the Wind.
Director: Victor Fleming (entre otros).
Intérpretes: Vivien Leigh, Clark Gable, Leslie Howard, Hattie McDaniel.
INICIO TOM HULCE FRANKENSTEIN (1994) LOS PELIGROSOS AVANCES DEL HOMBRE CIVILIZADO.
FRANKENSTEIN (1994) Los peligrosos avances del hombre civilizado.

Mary Shelley supo trasladar en su moderno prometeo las inquietudes heliocéntricas y las ganas de revolucionar el pensamiento del hombre de principios del siglo diecinueve a través de la ciencia y el concepto de romper con el orden natural preestablecido por la iglesia y los pensadores del momento con su novela Frankenstein. Kenneth Branagh con el apadrinamiento y la estética de Coppola y su Drácula adaptó al cine con ganas y empeño a la "bestia" y su creador guardándose para él el papel del segundo para ofrecer a un intenso e irreconocible Robert De Niro la interpretación del experimento que cobra vida.

El film con una estética gótico-romántica y una narrativa cercana a la obsesión de Branagh por su Shakespeare despliega todo un ideal para denunciar los peligros y rupturas con el orden natural por parte del hombre actual y su inútil búsqueda de equipararse a Dios. La quimera y experimentación de hoy en día con células madre, la clonación y el avance en los trasplantes de órganos son un perfecto ejemplo de que nuestro conocimiento puede salvarnos, pero ése conocimiento, todas las innovaciones científicas y la tecnología si no respetan la naturaleza desafiando la moral pueden llevarnos a crear un Frankenstein que nos destruya... El Frankenstein de De Niro/Branagh/Coppola contiene escenas interesantes como las secuencias de la creación de la subcriatura y posterior escape, el dolor del científico por recuperar a los seres queridos, la búsqueda incesante de Víctor Frankenstein con la ayuda e inspiración del personaje de John Cleese tan interesado como él en captar la esencia del ser humano para prolongar y crear vida....
 
 
Pero sobre todas la que personalmente clava mi interés y fascinación por la película es la conversación en el glaciar entre criatura y creador...-¿Qué soy..?,¿Tengo Alma..?¿De dónde vengo?.¿De qué/quién estoy compuesto?-. El monólogo de De Niro plasma la necesidad de todo ser humano (aún no siéndolo) en ser amado, en el desprecio por el rechazo, en la obsesión por la belleza y discriminación de la fealdad desde el desconocimiento, en la búsqueda de un Dios que no ama a su creación y en la omisión a sus peticiones. -Siento un amor tan grande que no entenderías y un odio tan enorme que no podrías ni imaginar, sino puedo satisfacer el uno..Daré rienda suelta al otro-. Estas profundas palabras concentran el deseo de todo ser vivo.. La moraleja para un Aidan Quinn buscador de gloria y conquistador viajero de la antártida y oyente de esta aterradora historia es que, no se debe arriesgar la vida propia y la de los demás con la finalidad de que nuestro nombre prevalezca en los libros de historia y que la ciencia sin duda nos ayuda a avanzar pero teniendo cuidado con nuestro ego humano por obtener el conocimiento que, quizás también pueda destruirnos. Un peligroso conocimiento que puede llevarnos como a Víctor Frankenstein a una creación de algo desconocido que nos supere en todos los conceptos y que nos arrastre irremediablemente a la autodestrucción...
 
Título original: Mary Shelley's Frankenstein
Director: Kenneth Branagh.
Interpretes: Robert De Niro, Kenneth Branagh, Helena Bonham Carter, Tom Hulce, Aidan Quinn,Ian Holm.
INICIO SIDNEY LUMET DOCE HOMBRES SIN PIEDAD (1957). LA DUDA RAZONABLE DE HENRY FONDA.
DOCE HOMBRES SIN PIEDAD (1957). La duda razonable de Henry Fonda.



En una sala calurosa se reunen doce miembros de un jurado para dictaminar la culpabilidad o inocencia, a través del voto por unanimidad, el supuesto asesinato de un hombre a cargo de su propio hijo. Lo que inicialmente parece una decisión sencilla se complica cuando uno de los miembros vota la inocencia del muchacho ante la negativa del resto. Un voto de inocencia a causa de una duda razonable que hará que salga a la luz las diferentes personalidades de cada uno de los componentes del jurado. "Doce hombre sin piedad" es una obra escrita por Reginald Rose destinada para la televisión y que fue vista en el año 1.954. Un formato, el televisivo, que fue adaptado posteriormente al terreno cinematográfico 5 años después por Sidney Lumet, un director que abandonaba el mundo de la televisión para dar el salto al mundo del cine. El film a pesar de ser un fracaso comercial en la taquilla en el momento de su estreno fue enormemente alabado por la crítica especializada hasta el punto de obtener 3 nominaciones en los Óscar en aquel año, optando a las categorías de mejor película, mejor director y mejor guión adaptado. Ese año David Lean y su "El puente sobre el río Kwai (1957)" serían los grandes vencedores de la noche con un total de 7 estatuillas doradas. Sin dudas un gran debut para el bueno de Lumet que hizo que su "ópera prima" se convirtiera en uno de los debut más importantes de lahistoria del cine, a la altura del "Ciudadano Kane (1941)" de Orson Wells, "Los cuatrocientos golpes (1959)" deFrançois Truffaut o "El halcón maltés (1941)" de John Huston, entre otros.

Los actores que forman a los doce miembros del jurado (resulta curioso que no se incluyera ninguna mujer ni un hombre de color) fueron Henry Fonda como el jurado número 8, un hombre honesto que no le tiembla el pulso a la hora de ser el único (en un principio) en dictaminar la presunta inocencia del acusado, Martin Balsam, como el jurado número 1, éste ejerce de presidente que sin "mojarse" en su opinión trata de coordinar respetuosamente a los miembros del grupo, John Fiedler como el jurado número 2, un hombre tímido e incapaz de tomar decisiones por si mismo, Lee J. Cobb como el jurado número 3, caracterizado por su fuerza y mal carácter, que a la vez esconde un problema personal (su conflicto y distanciamiento con su hijo) que es clave en su decisión respecto al caso, E.G. Marshall, jurado número 4, representa a una persona cauta, observadora y prudente en su manera de actuar, Jack Klugman, como el jurado número 5, una persona callada y de apariencia reservada que va cogiendo confianza a medida que transcurre la reunión.
 
Edward Binn, como el jurado número 6, un personaje que si bien no participa mucho en el debate si aparece cuando ve alguna injusticia o falta de respeto por parte de alguno de los miembros, Jack Warden, como el jurado número 7, en el rol de gracioso y fanfarrón, un tipo que piensa más en ver un partido de béisbol que en ser coherente en su manera de ver el caso, Joseph Sweeney, como el jurado número 8, es el anciano del grupo, un hombre cabal y sabio que se convierte en el principal aliado de Henry Fonda tras escuchar sus razonamientos, Ed Begley, como el jurado número 9, al igual que el jurado número 3, usa su mal carácter para convencer al resto de los miembros del jurado, una persona gruñona, maleducada y con fuerte actitud racista, George Voskovec, como el jurado número 10, un personaje que al contrario del anteriormente mencionado, se caracteriza por su educación y por saber expresarse correctamente sin ofender a los demás y Robert Webber, como el jurado número 11, un hombre superficial que se deja llevar según el rumbo que va tomando el debate.
 
En "Doce hombres sin piedad" Lumet desgrana a la perfección los elementos de un juicio justo, destacando que se cumplan las reglas y que se haga hincapié la presunción de inocencia y el empleo de la duda razonable. Aunque éste no es el único tema que nos presenta en el film, Lumet también nos habla del lado más oscuro de la naturaleza humana (la agresividad, la intolerancia, el egoísmo...), el cómo afecta la determinación de una persona ante la presión del grupo o como influyen las decisiones cuando la votación se realiza de manera presencial (en el caso de la película a mano alzada) o a través un voto privado donde se respeta la intimidad de quien vota. Destaco la genial manera de como expone Lumet la evolución de los personajes a medida que avanza la trama, si en un primer momento nos muestra un ambiente distendido ese "buen rollo" se va transformando durante el transcurso de la deliberación en una atmósfera más arisca y conflictiva, destapando la real forma de ser de los participantes.
 
En el plantel de actores, Henry Fonda sería el "héroe" de la función, un hombre de principios, capaz de recapacitar y debatir con cada uno de los miembros que le reprende sabiendo salir ileso de todas ellas. No confía ciegamente en la inocencia del joven pero tampoco quiere considerarlo culparlo tan a la ligera, intenta estudiar cada uno de los hechos meticulosamente, al detalle, descomponiendo cada una de las piezas del puzzle que forman el caso. Analizando a los testigos que culpabilizan al joven y asegurándose de que sus afirmaciones sea ciertas, bien examinando cómo uno de los testigos con tan avanzada edad pudo darle tiempo divisar quien cometió el crimen teniendo una cojera que apenas le permite caminar o bien cómo una chica con problemas de vista que no dispone en ese momento de las gafas dice haber visto el asesinato.
 
Entre sus escenas hay que mencionar ese formidable instante donde el personaje de Ed Begley (el jurado número 9), en un intento de eclipsar al resto de los componente con su actitud racista e intolerante, observa como los demás le hacen el "vacío" en la sala, dándole literalmente la espalda en el momento de su discurso. Inolvidable este instante como un personaje lleno de fuerza se va apagando y debilitando cuando sus razonamientos son ignorados por el resto del grupo. Sin duda una de esas míticas secuencias que nos brinda el film. También hay que destacar la sobresaliente fotografía de Boris Kaufman (aprovecho para recordar su gran trabajo en la obra de Elia Kazan, "La ley del silencio (1954)" donde ganó el Óscar) que elimina, al tratarse de un solo escenario (exceptuando el principio y final del film), la sensación de que estemos viendo una obra teatral en vez de una película.
 
Su fotografía se caracteriza por esos primeros planos de los protagonistas mostrando su estado de tensión o esos encuadres que enseñan la claustrofóbica y calurosa habitación donde se encuentran los personaje reunidos. La versión televisiva del año 1.954 y la película de Sidney Lumet que me centró en esta reseña, no fueron las únicas adaptaciones que se hicieron sobre el escrito de Reginald Rose, en 1997, William Friedkin("The french connection (1971)") realizó otra versión para televisión con Jack Lemmon, George C. Scott y James Gandolfini entre los actores del reparto. El director ruso Nikita Mikhalkov ("Ojos negros (1987)"), también realizó su personal adaptación con "12 (2007)", una interesante film aunque de excesivo metraje que obtuvo la nominación a la mejor película de habla no inglesa.

En España también se animaron a adaptarla, en 1961 en el espacio Gran Teatro y en 1973 en el espacio Estudio 1. Hay que mencionar que aparte de la televisión y el cine, la obra de Rose ha sido también representada en el teatro en innumerables ocasiones.
Frase para recordar: "Por una u otra razón los prejuicios siempre buscan la verdad. Una verdad que yo desconozco y que es probable que nunca conozca".
 

Título original: Twelve angry men.
Director: Sidney Lumet.

Interpretes: Henry Fonda, Lee J. Cobb, E.G. Marshall, Jack Warden, Ed Begley, Martin Balsam.

INICIO TERROR NOSFERATU
(1922). UNA SINFONÍA DEL
TERROR.
NOSFERATU (1922). Una sinfonía del terror.

Cineastas de reconocido prestigio como el director Tim Burton y el actor Nicolas Cage le procesan total admiración a este film de culto reverenciable, y es que uno de los "príncipes" delexpresionismo alemán "F. W. Murnau" se empeñó en adaptar al cine la obra innmortal de Drácula a cualquier precio.

Los descendientes del escritor Bram Stoker se negaron en rotundo a ceder los derechos del transilvano chupasangre innmortal a Murnau haciendo imposible que el genio alemán tuviera la oportunidad de llevar al cine una de sus aspiraciones artísticas, así que F. W. se las "apañó" para cumplir su sueño cambiando el aspecto del protagonista encorvándolo, afeitándole la cabeza y juntando sus colmillos a la altura de las paletas dentales dándole el horrible aspecto que todos hoy reconocemos como una de lasfiguras más oscuras del cine clásico. Además Murnau cambió también los nombres de la obra Drácula (Que ahora era el conde Orlock) y al abogado "Jonathan Harker" por "Sutter" y así sucesivamente mutando lo suficiente para que la obra de arte literaria mantuviera su esencia pero trastocando aspectos y nombres de tal manera que no se considerara su obra como un plagio. El problema llegó cuando "Nosferatu" ya estaba terminada. Los familiares de Bram Stoker interpusieron una demanda contra Murnau que ganaron, consiguiendo la destrucción de casi todas las copias del año 22, con la suerte de que algunas se salvaron y quedaran (gracias a Dios) para la posteridad como una de las obras de terror más representativas en toda la historia del cine.


"Nosferatu" pasó a la posteridad por muchas razones, pero una de ellas sin lugar a dudas fue por su protagonista "Max Schreck" del que poco se sabe...Incluso llegando a difundirse la leyenda urbana de que era un vampiro "de verdad" (Este hecho fue reflejado de una manera genial en el film de E. Elias Merighe "La sombra del vampiro (2000)" que produjo Nicolas Cage y que interpretaron John Malkovich como Murnau y Willem Dafoe en el papel de Schreck "Nosferatu" siendo nominado al Óscar por su interpretación). También Tim Burton hace continuas referencias al sombrío vampiro dándole el nombre de Shreck al personaje que encarnó Cristopher Walken en "Batman Vuelve (1992)".

Para más "Inri" los creadores del ogro verde animado más famoso de la productora Dreamworks también homenajearon a Nosferatu poniéndole el nombre de Shrek a su cómica creación. Nosferatu es pues una obra magnífica que llega a las más altas cumbres del cine como arte en el género del terror y que todavía hoy continúa estremeciendo con esa sombra alargada y fantasmagórica que seguirá inspirando y tomándose como referencia de cualquier cineasta que se precie en el terror (con el permiso de Drácula). Nosferatu, una sinfonía de terror convertido en arte a través del cine.
 
Título original: Nosferatu, eine symphonie des grauens.
Director: F.W.Murnau.
Interpretes: Max Schreck, Gustav von Wangenheim, Grata Schröeder, Alexander Granach.
AMERICANO.
COWBOY DE MEDIANOCHE (1969). Jon Voight y Dustin Hoffman en busca del sueño americano.

Joe Buck deja su trabajo como fregaplatos en un restaurante de Dallas para poner rumbo a Nueva York. Su idea no es otra que tener una vida próspera a costa de mujeres ricas que le paguen por acostarse con él. Una vez allí, su aspiración de convertirse en un reconocido gigoló choca con la cruda realidad de las calles neoyorkinas donde un buen físico no es suficiente para conseguir tajada en la gran ciudad. En plena búsqueda de féminas para conquistar, Joe se topará con Ratso, un timador callejero donde el destino hará que establezca una estrecha amistad con él. Después de consagrarse en la industria cinematográfica con su debut en la gran pantalla (sin contar su breve aparición como hippy en "Un tigre con corazón (1967)" de Arthur Hiller) con "El graduado (1967)" a Dustin Hoffman le surgieron numerosas propuestas, todas ellas en base a interpretar personajes muy afines al de "Benjamin Braddock" del film de Mike Nichols. Una serie de ofertas que no seducían al bueno de Dustin Hoffman, odiaba la idea de pensar que su carrera iba a permanecer encasillada a un prototipo de personaje, por lo que decidió esperar a la llegada de un proyecto que le resultara interesante y así poder demostrar sus diferentes dotes interpretativas. Esa decisión le supuso estar en el dique seco durante mucho tiempo, nada más y nada menos que 2 años en el terrible paro. La dura espera finalizó en el año 1.969 cuando llegó a sus manos el guión deWaldo Salt, un drama urbano que adaptaba al cine la popular novela de James Leo Herlihy "Cowboy de medianoche" y donde su papel era el de interpretar al tullido timador Ratzo Rizzo.
 
A pesar de los consejos de su representante de desechar el papel en esta película, en gran medida por el controvertido tema que trataba la obra y el rol secundario que iba a tener en la misma, Dustin Hoffman aceptó participar en el film. Sin lugar a dudas un gran acierto de este pequeño pero gran actor, ya que el film fue todo un éxito, triunfando en la ceremonia de los Óscar con tres estatuillas doradas en las categorías de mejor película, mejor director y guión adaptado respectivamente. "Cowboy de medianoche" fue dirigida por el inglés John Schlesinger que hizo de ella su primera película en tierras norteamericanas, su buen hacer con "Darling (1965)" y "Lejos del mundanal ruido (1967)", dos dramas del denominado movimiento cinematográfico "Free Cinema" y ambas protagonizadas por la actriz Julie Christie, le hicieron dar el salto a la poderosa industria hollywoodense.
 
Hay que recordar de este director realizó, también en territorio yanqui, títulos tan interesantes como "Como plaga de langosta (1975)", "Marathon man (1976)", donde repetiría en sus filas Dustin Hoffman, y el entretenido thriller psicológico "De repente, un extraño (1990)". Para ponerse en la piel del ingenuo vaquero Joe Buck se elegiría a un desconocido Jon Voigh (padre de Angelina Jolie) que saltaría al mundo del cine después de sus incursiones en series televisivas y de trabajos en obras de teatro. Se llegó a barajar el nombre de Warren Beatty para encarnar al ingenuo vaquero pero el director desechó la idea porque no quería que lo realizará un actor famoso ya que consideraba que perdía credibilidad el personaje. El personaje de "Hud (1963)" de Paul Newman esta muy presente en el comportamiento de Joe Buck, al que tiene cierta admiración y aspira a parecerse a él, no hay más que ver la escena donde permanece Joe frente a un espejo sin camisa presumiendo de músculos y al lado, pegado en la pared, un cartel de Paul Newman de cuerpo entero en la mencionada "Hud".
 
Entre los secundarios destacaría a la actriz Silvia Miles ("Wall Street (1987)") que ejerce como Cass, la primera "clienta" de Joe, que después de mantener una relación sexual con ella es él quien termina pagando el servicio carnal. Dicha secuencia de apenas seis minutos de duración le supuso el primero de las dos nominaciones que obtendría en su carrera (el segundo lo lograría por "Adiós, muñeca (1975)" de Dick Richard). Sin dudas todo un récord en la historia de los premios Óscar. "Cowboy de medianoche" se podría describir como la búsqueda del ansiado sueño americano por parte de dos jóvenes perdedores y marginados, uno intentando abrirse camino como vividor a consta de las mujeres y otro a base de timos y chanchullos. John Schlesinger la utiliza como una fábula social con moraleja final incluida, con un Joe Buck despertando de sus fantasías como vividor y afrontando una realidad que no es otra que centrarse en conseguir un trabajo de "verdad" para poder sobrevivir.
 
Sin dudas lo mejor del film es la fuerza interpretativa de Dustin Hoffman y Jon Voight que se complementan a la perfección y hacen creíble sus respectivos roles. Muchos tildaron la relación de Joe Buck y Ratzo de homosexuales, algo que particularmente no veo, ya que el film nos muestra una historia de amistad entre dos personas que se necesitan para sobrevivir de las penurias de una ciudad, la de Nueva York, indiferente hacia todo lo que le rodea. El tratamiento de la película fue altamente controvertido, y es que no era muy común tratar en una película de los años 60 temas tabúes (y menos tantos a la vez) de la sociedad norteamericana como eran la prostitución, la homosexualidad y las drogas, y encima incluyendo escenas de una felación y una violación, todo un cocktail explosivo para el entorno más puritano de la época.
 
Una de las cosas que bajo mi punto de vista flaquea en el film es el uso de flashback, el realizador los utiliza con la intención de explicar la infancia y adolescencia de Joe Buck, se muestra una niñez educada bajo la ausencia de hombres, donde es cuidado por su madre y su abuela (ligeramente se intuye que ambas se dedican a la prostitución) y la traumática relación que mantiene con una chica llamada Crazy Annie (un personaje interpretado por la propia hija del guionista del film, Waldo Salt) después de ser violada por su propio grupo de amigos. Unos flashback mal tratados en la obra que en vez de aclarar nos lleva a la confusión y son totalmente prescindibles en transcurso del film. Entre sus escenas hago mención el gatillazo sufrido por Joe con una refinada neoyorquina (papel realizado por la italiana Brenda Vaccaro) que conoce en una fiesta de Andy Warhol, Joe golpeando a un cliente para que éste le dé dinero con la intención de llevar a su amigo Ratzo a Florida o la inolvidable secuencia inicial con Jon Voight recorriendo las tumultuosas calles de Nueva York bajo el sonido de la mítica canción de Harry Nielson "Everybody´s talkin". Como curiosidad, "Cowboy de medianoche" ha sido la primera obra (y única, por el momento) en obtener el Óscar de mejor película con la clasificación X.
 
Frase para recordar: "Tu encanto de cowboy únicamente atrae a los maricas de la calle 42"
Título original: Midnight cowboy.

Director: John Schlesinger.
Interpretes: Jon Voight, Dustin Hoffman, Brenda Vaccaro, Sylvia Miles, John McGiver, Ruth White.



INICIO THAYER DAVID ROCKY (1976). EL MÍTICO BOXEADOR DE SYLVESTER STALLONE.
ROCKY (1976). El mítico boxeador de Sylvester Stallone.

El cine de boxeo siempre a estado presente en la historia del cine, en sus películas normalmente nos cuentan historias de lucha y superación personal, con personajes de vidas inestables que han hecho de este deporte un vehículo perfecto para orientar sus vidas a un destino más próspero. Para hablar de la primera incursión delboxeo en la historia del séptimo arte tenemos que retroceder muchos años atrás, concretamente en el año 1.891, donde William K.L. Dickson y William Heise en los Laboratorios Edison realizaron "Men Boxing", un cortometraje hecho como experimento en los inicios del nacimiento del cine que nos mostraban a dos hombres en un ring vestidos de calle simulando una pelea sin darse ni siquiera un golpe. En el año 1.903 surgiría la primera película centrada en la temática pugílistica con "Prof. gangtrys´s boxing school" para continuar doce años después con "The Champion (1915)", un mediometraje de Charles Chaplin donde su personaje Charlot nos haría reír con sus deternillantes aventuras subido en un ring. A partir de esa fecha hasta la actualidad el cine de boxeo nos ha brindado magistrales títulos, entre ellos hay que mencionar "El ídolo de barro (1949)" y "Más dura será la caída (1956)" ambas dirigidas por Mark Robson, siendo ésta última el último papel cinematográfico de Humphrey Bogart antes de su fallecimiento por culpa de un cáncer, "Marcado por el odio (1956)" de Robert Wise con un Paul Newman encarnado al boxeador Rocky Graciano, "Toro salvaje (1980)" deMartin Scorsese o "Million dóllar baby (2004)" donde Clint Eastwood combinaba en su film boxeo con un tema tan controvertido como es la eutanasia.
 
Fuera del territorio norteamericano hay que recordar películas como "Rocco y sus hermanos (1960)" del italiano Luchino Visconti, "Gatica el mono (1993)", título argentino que nos contaba la historia del boxeador José María Gatica o la irlandesa "The boxer (1997)" de Jim Sheridan con un magistral Daniel-Day Lewis como protagonista. Todos estos títulos y alguno más que me dejo en el tintero merecen ser recordados en la historia del cine por su buen hacer en el terreno del mundo del boxeo. En esta ocasión me centraré en este post en una película que sin ser la mejor si es de las más populares sobre esta temática, "Rocky (1976)". La película fue escrita por Sylvester Stallone, inspirado en un combate que vió entre Mohamed Ali y Chuck Wepner, y dirigida por John G. Avildsen, un director con pocas películas interesantes en su filmografía y que hizo de "Rocky" y "Salvad al tigre (1973)", un drama existencial protagonizado por Jack Lemmon, sus títulos más destacados en su haber, bueno también habría que mencionar "Karate Kid (1984)" si no por su calidad si por la fuerte repercusión que tuvo en la taquilla de los años 80.
 
La historia de la película en cuestión nos hablaría de Rocky Balboa, un boxeador amateur que malvive a duras penas en un barrio de Filadelfia gracias a algunos combates esporádicos que consigue y por los trabajos como matón que le ofrece un prestamista mafioso. Su gran oportunidad le llega cuando el campeón del mundo, Apollo Creed (interpretado por el actor y ex jugador de fútbol americano Carl Weathers, también recordado por trabajar junto a Arnold Schwarzenegger en "Depredador (1987)" de John McTiernan), le elige para pelear con él después de no fructificarse su combate con boxeadores profesionales. La película es en cierta medida un reflejo de lo que Stallone vivió en sus propias carnes en el mundo del cine, y es que después de tener breves apariciones como secundario en algunas películas de la época, entre ellas "Bananas (1971)", "Klute (1971)" o "Adiós muñeca (1975)" de Dick Richards, le llegaría su gran oportunidad para dar el salto al estrellato con el guión e interpretación de "Rocky".
 
No fue tarea fácil para el bueno de Stallone ya que a pesar de que las productoras veían con buenos ojos llevar su guión a la gran pantalla desechaban la idea de que él fuera el actor principal de la película. Buscaban un actor con cierto caché en la industria cinematográfica para llevar a cabo el papel de Rocky, los nombres de Paul Newman,Ryan O´Neal y Robert Redford fueron algunos de los elegidos para representar el personaje. Stallone no cedió en su propósito y eso que hasta le ofrecieron una importante suma de dinero para que se olvidara de la idea de la interpretación. Tal fue el empeño del actor que finalmente consiguió hacer realidad su sueño, y es que como bien se menciona en una frase del film "América es la tierra de las oportunidades", Stallone aprovechó sin lugar a dudas esa oportunidad. Para perfeccionar y dar mayor realismo al personaje, Stallone contaría con los servicios del entrenador profesional Jimmy Gambina que le enseñaría las técnicas básicas del boxeo al mismo tiempo que se encargaría de llevar a cabo las coreografías de los combates.
 
"Rocky" más allá de ser una mera película deportiva se caracterizaría por las intensas relaciones que mantiene el púgil con el resto de personajes del film, entre ellos Adrian, la tímida vendedora de una tienda de mascotas (papel interpretado por la hermana de Francis Ford Coppola, Talia Shire) que a la postre se convertiría en su pareja y su hermano Paulie (Burt Young), un perdedor que se arrima al boxeador con la intención de conseguir algún beneficio a su costa o con Mickey (Burguess Meredith), un veterano entrenador que después de ignorar al boxeador durante 10 años se acerca a él para ayudarle a entrenar tras enterarse de su combate con al campeón del mundo Apollo Creed. El gran éxito del film se basa en gran medida por el carisma que desprende Stallone en su personaje de Rocky y es que este boxeador de grandes sentimientos supo llevarse al bolsillo al público de la época, siendo la película más taquillera del año 1.976 de igual manera convencer a los miembros de la academia en la obtención de tres estatuillas dentro de las categorías de mejor película (desbancando sorprendentemente al "Taxi driver (1976)" de Martin Scorsese), mejor director y mejor montaje.
 
La enorme aceptación del personaje de Rocky (el más importante de la carrera de Stallone junto a John Rambo) llevaría a la película convertirse posteriormente en una franquicia cinematográfica. En 1979 se rodaría la segunda parte con "Rocky II", una película donde Stallone a parte de repetir como guionista y actor principalmente se atrevía a ponerse detrás de las cámaras para dirigir este film donde continuando como terminó la primera parte se iba a centrar en la pelea revancha de Rocky con Apollo Creed y la boda con su amada Adrian. "Rocky III (1982)" continuaría la franquicia con un Rocky defendiendo el título como campeón del mundo, esta vez enfrentándose con un impulsivo y violento Clubber Lang, un boxeador encarnado por Mister T (el popular M.A. Baracus de la serie televisiva "El equipo A"), en esta película veríamos a un Rocky éxitoso con mayor poder adquisitivo y su curiosa pelea con el luchador de lucha libre Hulk Hogan . Tres años después se realizaría "Rocky IV", una película con cierto tufillo patriótico envuelto por el conflicto que mantuvo Estados Unidos con La Unión Soviética, aquí Rocky se enfrentaría al demoledor boxeador soviético Iván Drago.
 
"Rocky V (1990)" recuperaría a John G. Avildsen en la dirección, una película que mostraba a pasos agigantados la falta de ideas de la saga, muy desgastada ya y hecha más con el propósito de obtener ingresos de la taquilla que por mostrar al espectador calidad en la historia, aquí nos presentaba a un Rocky prácticamente arruinado al perder la mayor parte de su fortuna y que vuelvía a sus orígenes regresando a su antiguo barrio de Filadelfia. En definitiva, un absoluto desastre tanto para el público como para la crítica y donde parecía que se ponía el punto final de la franquicia. No fue así, en 2006 Stallone volvería a resurgir la saga con "Rocky Balboa", una película que nos quitaba el mal sabor de boca de las tres últimas partes y donde realizaría un emotivo homenaje al personaje que encumbró su carrera. Bill Conti, forma parte de la popularidad de "Rocky", fue el encargado de componer la partituraa que acompañan las imágenes del film, combinado el conocido y animado tema "Gonna fly now" en los momentos de entrenamiento del púgil con otros lentos compases hechos con sonidos de piano que intensifican las secuencias más emotivas del film.
 
No quiero olvidarme de la banda estadounidense Survivor que iba a tener también un hueco en el recuerdo en la historia de esta franquicia con temas como "Eye of the tiger" y "Burning heat" al igual que el cantante Robert Tepper con la canción "No easy way out". Entre las escenas más populares del film hago mención la subida de los escalones de Rocky al museo de arte de Filadelfia, una de esas secuencias ya míticas de la historia de cine. Como curiosidad, Sylvester Stallone fue nominado al Óscar en esta película como mejor actor y guionista por miembros de la academia como lo fueron en su momento Charles Chaplin por "El gran dictador (1940)" y Orson Wells por "Ciudadano Kane (1941)".
Frase para recordar: "Mi padre, mi viejo, no era muy listo y me decía “Naciste con muy poco cerebro, así que empieza a usar tu cuerpo” y me convertí en boxeador.
 

 
 
Director: John G. Avildsen.
Intérpretes: Sylvester Stallone, Talia Shire, Burt Young, Carl Weathers, Burgess Meredith, Thayer David.
INICIO SAM JAFFE LA BRUJA NOVATA (1971). LAS AVENTURAS DE ANGELA LANSBURY EN UN CLÁSICO DE WALT DISNEY.
LA BRUJA NOVATA (1971). Las aventuras de Angela Lansbury en un clásico de Walt Disney.

En la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial, en la pequeña localidad Pepperinge Eye, Englantine Price (Angela Lansbury), solterona y acompañada por su inseparable gato negro "Rayo cósmico", es unaaprendiza de bruja que recibe por correo las lecciones de la "Escuela por correspondencia de brujería", del profesor Emilius Browne (David Tomlinson), de Londres, quien resulta ser un farsante pero cuyos trucos a Englantine le dan resultado curiosamente, lo que puede ser una poderosa alianza para la rebelión británica a los nazis. Un buen día, debido al plan llevado a cabo por el gobierno británico de evacuar a los niños de Londres para ponerlos a salvo de los bombardeos alemanes, Englantine es obligada a hacerse cargo de tres niños huérfanos, Charlie, Carrie y Paul Rowlings. Al principio no congenian en absoluto pero debido a que ellos conocen su secreto, ella les implica en la búsqueda del señor Browne a Londres y, los cinco, se encaminan a Portobello Road para buscar la otra mitad de un libro de hechizos que contiene el secreto de la "Locomoción sustitutiva", para poder hacer cobrar vida a objetos inanimados, y, con ello, poder lograr una importante colaboración con el gobierno británico para poder repeler lainvasión nazi. De entre sus muchas aventuras, que incluyen viajar en una cama voladora, será inolvidable su visita a la Isla de Naboombu, gobernada por animales a los que un hechicero llamado Astoroff les hizo poder hablar y actuar como personas.
 
Ambiciosa superproducción musical, destinada principalmente a un público familiar, de Walt Disney, que tomó "prestada" una escena que iba a ser incluida en "Mary Poppins (1964)" y que, finalmente, se aprovechó para "La bruja novata": cuando caen al mar y tienen ese divertido baile con los peces de la Isla. La película, del director británico Robert Stevenson ( "Jane Eyre (1944)", "Odio y Orgullo (1951)", "Un sabio en las nubes (1961)", "Mary Poppins (1964)", "Mi amigo el fantasma (1968)"), se inspiró en los cuentos de la escritora Mary Norton "La perilla de la cama mágica" y "Hogueras y escobas". El rodaje de la película se desarrolló entre los estudios de Disney en Burbank, California, y en el Castillo de Corfet en Dorset, Inglaterra. Para el papel principal no se dudó ni un instante de que era la magnífica actriz Angela Lansbury ("Luz que agoniza (1944)", "El retrato de Dorian Gray (1945)", "Los tres mosqueteros (1948)", "Mamá nos complica la vida (1958)", "El mensajero del miedo (1962)", "Muerte en el Nilo (1978)"), la indicada pues el propio Walt Disney la descartó para el papel de "Mary Poppins" por haber interpretado a un siniestro personaje en "El mensajero del miedo (1962)" de John Frankenheimer, con lo que pensaba que podría asustar a los niños.

Por fin le llegó su oportunidad a la actriz quien reconoce que se sintió como pez en el agua interpretando a la señorita Price, de la que guarda un grato recuerdo. Ha vuelto a tener importantes colaboraciones con los estudios Disney, siendo la más destacada la voz que le prestó a la Sra Pots, la criada del príncipe convertida en tetera debido al hechizo de la bruja que le convierte al déspota y consentido príncipe en una horrible Bestia, de la magnífica película de animación "La Bella y la Bestia (1991)", con sus grandes dotes para el canto aparte de su enorme talento y vis cómica, claro . Alcanzó una enorme popularidad también con su ya mítico personaje de la escritora Jessica Fletcher en la popularísima serie televisiva "Se ha escrito un crimen", que también triunfó en nuestro país en los años 80 y 90 en TVE. Para el papel del profesor Emilius Browne la Disney volvió a contar con el actor David Tomlinson ("Tres hombres en un bote (1949)", "Tom Jones (1963)") , quien ya hizo un extraordinario trabajo con el Señor Banks en "Mary Poppins (1964)".
 
Su forma de actuar así como de cantar unido a una vis cómica que como el señor Banks no pudo mostrar (debido a lo estricto y rudo que era su personaje) encandiló de nuevo al público en este personaje, de carácter mucho más amable y granujilla que aquí nos muestra, con respecto al rol interpretado en "Mary Poppins". Debido a las múltiples mutilaciones de la producción, no podemos disfrutar de una divertida canción que canta Emilius cuando se da a conocer a los transeúntes en una nebulosa Londres, al comienzo de la película. Dicho tema musical sí que ha sido incluido en la versión íntegra editada en dvd en Estados Unidos. Ojalá algún día podamos ver las escenas que le faltan a la película en nuestro país. Entre los secundarios cabe destacar a un excelente Roddy McDowall ("¡Qué verde era mi valle! (1941)", "Un grito en la niebla (1960)","El día más largo (1962)", "Cleopatra (1963)") como el reverendo Rowan, quien está realmente divertido en el papel. También volvemos a disfrutar de la presencia de quien fue el Almirante Boom en "Mary Poppins", Reginald Owen. Otro actor de lujo que tiene la película en su excelente reparto es el gran Sam Jaffe ("La barrera invisible (1947)", "La jungla de asfalto (1950)", "Ultimátum a laTierra (1951)", "Ben-Hur (1959)"), encarnando al malvado librero que quiere conseguir la mitad del libro que tiene Englantine.
 
Para los temas musicales, realmente maravillosos todos, se contó con los populares hermanos Sherman, muy habituales colaboradores de los estudios, quienes nos regalan verdaderas joyas como son los temas "The age of incredulity", que le canta Englantine a Charlie, por su actitud al principio, muy negativa, al mostrarse muy escéptico con los poderes de la señorita Price, o "Portobello Road" que es una verdadera joya del género musical con esa maravillosa mezcla de etnias y clases sociales que se dan cita en el popular mercado londinense de la mítica calle, acompañado por unas soberbias coreografías, la canción "En el fondo del mar", que cantan Emilius y Englantine con los peces, en la magnífica mezcla de dibujos animados e imagen real, misma fórmula empleada para "Mary Poppins" o la estupenda "Treguna Mekoides Trecorum Satis Dee", cuando consigue el milagro de hacer cobrar vida a las armaduras para la lucha final con los nazis, que es otra mítica escena de la película. Los hermanos Sherman contaron con la inestimable ayuda de Irwing Kostal para los arreglos musicales.
 
Otra famosa escena, verdaderamente antológica, que sirvió como reclamo publicitario para la difusión de la película para la que se pensó una canción pero que finalmente no se incluyó era el partido de fútbol que disputan los animales en la Isla con el profesor Browne elegido como árbitro por el rey, encarnado en un León de bastante mal genio. Para los dibujos animados, muy en la línea de las películas de animación de Disney "Merlín el encantador (1967)", "El libro de la Selva (1967)" y "Robin Hood (1972)" con ese personalísimo estilo Disney del trazo estilo boceto en sus producciones de las décadas de los 60 y 70, se contó con el director de animación Ward Kimball. Esta magnífica película ha sufrido cortes en diferentes difusiones como en 1979, habitualmente emitida así por TVE en los años 80, cortada del montaje comercial de Estados Unidos (120 minutos) a 99, cortando escenas y hasta canciones, como la de "The age of incredulity" o reduciendo a la mitad otras ("Portobello Road"). A partir de su difusión por otros canales y en su edición en dvd se ha podido recuperar al menos el montaje comercial que hasta era cambiado su final y todo en la versión de 99 minutos, toda una aberración. Actualmente se ha editado en EEUU la versión íntegra, de 140 minutos, que es una verdadera delicia, incluyendo temas musicales nunca vistos en España.
 
Es de esperar que alguna vez Disney se ponga las pilas y nos la pueda ofrecer en nuestro país aunque sea doblando con nuevas voces, claro está, las escenas inéditas o incluyéndolas en V.O.S. Como siempre, recomiendo preferentemente verla en V.O. pero es de justicia reconocer que el doblaje realizado en España, dirigido por Felipe Peña, quien dobla a David Tomlinson, es realmente excelente y no tiene nada que envidiar a la original. Como curiosidad destacar que el último de los hermanos Disney, Roy, falleció a los pocos meses de su estreno. Walt ya había fallecido en 1967 por una enfermedad a los 65 años. La cinta obtuvo excelentes resultados de taquilla y cuatro nominaciones a los Óscars de Hollywood, y obtuvo el relativo a los mejores efectos visuales, realmente prodigiosos para hace 43 años, como puede verse claramente en la mezcla de dibujos animados e imagen real o en la parte final en la que las armaduras tienen un combate con los alemanes que es una maravilla así como las partes en las que Angela Lansbury vuela en la escoba. Un clásico para volver a ver una y otra vez y disfrutarla como la primera.
 
 


 
Título original: Bedknobs & Broomsticks.
Director: Robert Stevenson.
Intérpretes: Angela Lansbury, David Tomlinson, Roddy McDowall, Sam Jaffe, John Ericson.

INICIO YAPHET KOTTO ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO (1979). TERROR EN EL ESPACIO.
ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO (1979). Terror en el espacio.

La nave comercial Nostromo, compuesta por siete tripulantes, se dirige rumbo a La Tierra después de terminar su misión en el espacio. Durante el trayecto, detectan una señal de socorro procedente de un planeta, en teoría, deshabitado. Una vez en el planeta, Kane y Lambert (dos de los tripulantes) descubren una nave de gigantescas dimensiones. En ella, se encuentran unos enormes huevos en donde de uno de ellos saldrá un extraño ser que atacará a Kane pegándose fuertemente en su rostro. Ante la desesperación de salvar a Kane es llevado a la nave, todo un error ya que el peligroso ser hará de las suyas en el interior del Nostromo al ir eliminando uno a uno a los miembros de la expedición. A finales de la década de los años 70, en plena fiebre del género de la ciencia ficción, gracias en gran medida a George Lucas y "La guerra de las galaxias (1977)" y los "Encuentros en la tercera fase (1977)" de Steven Spielberg, surgiría "Alien, el octavo pasajero", un indiscutible clásico de la historia del cine y obra magna en relación a la temática alienígena. El estadounidense Dan O´Bannon fue el encargado de llevar a cabo el guión del film, un polifacético cineasta que trabajó durante su carrera cinematográfica como director, guionista y actor e incluso participó en los efectos visuales de la mencionada "La guerra de las galaxias".
 
Aunque "Alien, el octavo pasajero" fue su obra más representativa destacan en su trayectoria profesional "El trueno azul (1983)" dirigida por John Badham (película que tendría su propia serie televisiva en el año 1984) y "Desafío total (1990)", título de culto realizada por el holandés Paul Verhoeven e interpretada por el musculoso Arnold Schwarzenegger. Muchos tildaron el guión de O´Bannon como una copia de "El terror del más allá (1958)" y "Terror en el espacio (1965)", dos películas de serie B (una norteamericana y otra italiana) creadas en los años 50 y 60. En cierta manera tenían parte de razón ya que "Alien, el octavo pasajero" cuenta con muchas similitudes respecto a estas dos películas. A pesar de ello la historia de O´Bannon destaca sobre las dos mencionadas, no sólo por su guión, más oscuro y terrorífico, sino por la buena realización de Ridley Scott ("Blade runner (1982)"), un cineasta que a pesar del poco bagaje que tenía (por aquel entonces) en esto del séptimo demostraría sus grandes dotes como director.
 
"Alien, el octavo pasajero" fue su segunda (o primera, si se ve desde el punto de vista de sus trabajos en tierras norteamericanas) después de debutar en el territorio británico con "Los duelistas (1977)"). Antes de su elección para llevar a cabo las riendas de la dirección se barajó el nombre de Walter Hill (director que nos haría disfrutar ese mismo año con "The Warriors (1979)", todo un clásico del cine de bandas callejeras). Walter Hill finalmente no la dirigiría pero iba a tener una estrecha relación con la película al ser uno de los productores del film, y la verdad que no le fue nada mal, ya que "Alien, el octavo pasajero" tuvo una fuerte aceptación por parte del público hasta el extremo de convertirse en uno de los films más taquilleros del año 1.979. Para la confección del alien se contó con los servicios de H.R.Giger para que fuera el encargado del diseño. Giger, incorporado por el propio Dan O´Bannon, fue para los que no lo conozcan un artista de nacionalidad suiza que dedicó parte de su vida al mundo de la pintura, la escultura y al diseño en general.
 
No fue la única incursión cinematográfica de este gran artista también participaría en los diseños de "Dune (1984)", "Poltergeist II (1986)" y en los de "Species (1995)" y su posterior secuela "Species II (1998)". Este año tristemente nos dejaría a la edad de 74 años. El italiano Cario Rambaldi (también recordado por crear a otro de los populares alienígenas de la historia del cine como fue "E.T. El extraterrestre (1982)" de Steven Spielberg) sería el encargado de hacer realidad el diseño de Giger fabricándolo, mientras que el bailarín de origen nigeriano Bolaji Badejo de más de dos metros de altura le daría vida poniéndose bajo la piel de la criatura. Otro de los elementos destacados en el terreno visual, aparte del alien, sería la nave Nostromo, una nave diseñada por Jean Giraud y Ron Cobb y cuyo interiores fueron desarrollados en los estudios cinematográfico Shepperton de Inglaterra. Dentro de la nave pueden verse las escenas más angustiantes de la película, donde a través de unos dinámicos movimientos de cámara nos guiarían por cada uno de sus rincones y recovecos.
 
A parte de los apartados técnicos hay que hacer mención la maravillosa partitura de Jerry Goldsmith, una banda sonora que alimentaría la atmósfera de terror y angustia que se respira en la película. El hecho de que gran parte del presupuesto del film fuera a parar a la confección de los decorados y a la realización de los efectos especiales hizo que no se reuniera un reparto de actores especialmente conocidos, siendo los nombres de John Hurt ("El hombre elefante (1980)", "La puerta del cielo (1980)") y Ian Holm ("Robin y Marian (1976)", "El señor de los anillos (2001)") los de mayor peso en la película. Para el papel principal y la que iba a ser a la postre la heroína en cuestión, se escogería a Sigourney Weaver (tras rechazarlo Meryl Streep), un actriz prácticamente desconocida por aquel entonces, donde sólo la habíamos visto en un breve papel en "Annie Hall (1977)" de Woody Allen. Para la actriz su personaje de la teniente Ripley le iba a suponer la consagraración en el entorno del séptimo arte al mismo tiempo de inmortalizarse como una de las grandes heroínas de la historia del cine, como lo fueron Jane Fonda en "Barbarella (1967)", Linda Hamilton en "Terminator (1984)") o Carrie-Anne Moss  en "Matrix (1999)", entre otras.
 
Acompañando a Sigourney Weaver y a los mencionados John Hurt e Ian Holm completarían el grupo de los siete (bueno 8 si contamos al gato) tripulantes del Nostradamos, estos fueron Yaphet Kotto ("Vive y deja morir (1973)", "Perseguido (1987)"), Tom Skerritt ("M.A.S.H. (1970)", "Top Gun (1986)"), Harry Dean Stanton ("1997: Rescate en Nueva York (1981)") y a la actriz Veronica Cartwrigt ("La invasión de los ultracuerpos (1978)"), cuyo nombre también fue barajado para encarnar a la teniente Ripley. Entre sus escenas del film destacó el momento del alien saliendo del pecho de Kane o ese instante de la teniente Ripley en camisilla y bragas haciendo frente al bicho en cuestión. Sin lugar a dudas, "Alien, el octavo pasajero" fue una película que marcaría a obras posteriores del género de la ciencia ficción, donde emularían su formula sin conseguir con ello los resultados esperados, entre estas obras nos encontraríamos películas como "La galaxia del terror (1981)" o "Leviathan. El demonio del abismo (1989)". La mayoria de penosa calidad.
 
De igual forma, "Alien, el octavo pasajero" iba a ser continuada por tres secuelas (sin contar la secuela no autorizada "Alien 2: Sobre la tierra (1980)") donde iba a seguir describiendo las aventuras de la teniente Ripley frente a los peligrosos aliens. Las secuelas en cuestión fueron: "Aliens el regreso (1986)" rodada por James Cameron, donde el realizador aumentaría el nivel de acción de su predecesora, "Alien 3 (1991)" donde un debutante David Fincher, antes de consagrarse en sus dos obras junto a Brad Pitt, "Seven (1995)" y "El club de la lucha (1999)", daría un toque "videoclipero" a la saga y el francés Jean-Pierre Jeunet (autor de la maravillosa "Amelie (2001)" cerraría la franquicia (hasta el momento) con "Alien resurrection (1997)", un mediocre film donde ponían a la teniente Ripley como un clon.
 
A parte de estas secuelas, los productores quisieron seguir obteniendo beneficios de esta criatura espacial enfrentándola con otro de los monstruos populares de los años 80 como fue "Depredador", una formula que también usaron con dos iconos del cine de terror como fueron Jason Voorhees y Freddy Krueger en "Freddy contra Jason (2003)". La película en cuestión se tituló "Aliens vs Predator (2004)" y a pesar de sus malas criticas (fue nominada a los premios razzies) se creó una segunda parte, "Aliens vs Predator (2007)", peor aún que su predecesora. En el 2012, Ridley Scott crearía un especie de precuela titulada "Prometheus" que también defraudaría a los seguidores de la saga y mostraría la decadencia que esta teniendo el realizador en la etapa actual. Abandonando el apartado cinematográfico "Alien" aprovecharía su tirón comercial para también incorporarse al mundo del cómic y los videojuegos donde fue muy bien recibido por la legión de seguidores que cuenta.
Frase para recordar: "En el espacio nadie te oirá gritar"
 
 


 
Titulo original: Alien.
Director: Ridley Scott.
Intérpretes: Sigourney Weaver, John Hurt, Yaphet Kotto, Tom Skerritt, Veronica Cartwright,Harry Dean Stanton, Ian Holm.
ICIO SAMANTHA EGGAR EL EXTRAVAGANTE DOCTOR DOLITTLE (1967). REX HARRISON SE COMUNICA CON LOS ANIMALES.

EL EXTRAVAGANTE DOCTOR DOLITTLE (1967). Rex Harrison se comunica con los animales.

La trama se centra en Puddleby de las Marismas, una pequeña localidad, en la Inglaterra Victoriana, a finales del siglo XIX. John Dolittle (Rex Harrison) es un maduro médico que vive con su hermana Sara (Portia Nelson) .Se siente frustrado y que cada vez le gusta menos su profesión porque no le gusta tratar con personas, prefiere a los animales. Un buen día su loro, Polinesia, le hace darse cuenta de que posee un extraordinario don: la capacidad de poder aprender con rapidez las lenguas del reino animal. Tal hecho le anima a convertirse en veterinario. Un día, su amigo Matthew (Anthony Newley) le trae un pato- irlandés, para más señas, como él- herido, ocasión que aprovecha para presentar al extraordinario doctor a su amigo, un muchacho llamado Tommy Stobbins (William Dix). Dolittle es tomado por loco por gran parte de la gente e intentan internarlo en un manicomio. Pero logra escapar y junto a Matthew y Tommy vivirán, junto a la bella sobrina del general Bellows (quien quiere internarle), Emma Fairfax (Samantha Eggar) una gran aventura al viajar a una isla perdida del Pacífico al famoso gran caracol rosa al que aseguran haber visto marineros. Emma quien en un principio detesta al doctor por su falta de tacto con sus semejantes, pronto descubrirá la enorme bondad y devoción del maduro médico por los animales y acabará surgiendo algo entre ambos. Fastuosa y absolutamente desmesurada superproducción de Althur P.Jacobs para la Fox que intentó aprovechar el fuerte tirón comercial de los filmes musicales dirigidos a un público familiar (como "Mary Poppins (1964)", "Sonrisas y lágrimas (1965)", "Chitty chitty bang bang (1968)" o "El millonario (1954)" entre otros) adaptando los famosos cuentos del escritor Hugh lofting, en concreto tres: "La historia del doctor Dolittle", "Los viajes del doctor Dolittle" y "El circo del doctor Dolittle", fusionándose en una sóla película.
 
Durante el rodaje fueron surgiendo problemas que triplicaron el presupuesto inicial de 6 millones de dólares de la época, como que Harrison fue apartado durante un tiempo de la producción y sustituido por Christopher Plummer, aunque luego se renegoció la vuelta de Rex, y se tuvo que pagar la parte convenida con los estudios a Plummer. Se fue reescribiendo el guion sobre la marcha y eliminados personajes, como el de Bumpo, para quien Leslie Bricusse, autor de la banda sonora, quería a Sammy Davis Jr, mientras que los estudios preferían a Sidney Poitier, siendo éste un ejemplo de las discrepancias surgidas entre el equipo técnico y artístico. Otro cambio curioso y que provocó fuertes discrepancias fue el giro argumental de la relación que surge entre el doctor y Emma, que fue suprimida para ser sólo sugerida, ya que se escribió una canción para Harrison en la que John Dolittle expresa su enamoramiento por Emma, canción que se pensó que debía cantar Newley (Matthew) y que debía ser él quien estuviese enamorado de ella (siendo más lógico por la edad de ambos).
 
Pero Harrison se negó y finalmente se optó por el cambio argumental. Rex Harrison, quien había triunfado clamorosamente como el profesor Higgins del musical "My Fair Lady (1964)", tanto en la producción teatral de los años 50 como en la película de Cukor de 1964, fue el escogido para el papel principal. Y aunque el actor intentó repetir la la misma fórmula de decir cantando las canciones, no resultó convincente. Ni si quiera él mismo se veía en el papel pues no le parecía nada gracioso el hablar con los animales o vivir rodeado de ellos, aun realizando un notable esfuerzo en su interpretación, como se comprueba al verle interpretando la canción galardonada con el Óscar "Talk to the animals", en la que canta como descubre lo prodigioso que es su nuevo don. Su rol de John Dolittle tiene muchas semejanzas con Henry Higgins: es un estudioso de lenguas, en este caso de animales, y es un hombre ya maduro, algo misógino y algo antisocial, pues él mismo reconoce que no es bueno para relacionarse con las demás personas, sino que sólo sabe tratar con los animales, algo similar también en la personalidad del profesor Higgins, quien no tenía nada de tacto para tratar con los demás.
 
Harrison filmó ese mismo año otra interesante película en su filmografía: "Mujeres en Venecia (1967)" (The honey Pot), poniéndose por cuarta vez a las órdenes de Joseph L.Mankiewicz (tras "El fantasma y la sra. Muir (1947)", "Escape (1948)" y "Cleopatra (1963)"), director que tenía una extraña relación de amor-odio con el actor, por el muy rudo carácter de Harrison también fuera de la pantalla. (Tenía mucho de Henry Higgins en su propia personalidad). Sin embargo Mankiewicz le admiraba por su enorme talento y llegó a decir en una entrevista que se sintió frustrado al no haber sido escogido por Warner para dirigir a su actor favorito en "My Fair Lady (1964)", de quien sacó un extraordinario trabajo en "Cleopatra (1963)" en el papel de Julio César justo un año antes. Para el papel femenino, Emma Fairbanks, se pensó en Samantha Eggar, quien había triunfado con la inquietante y excelente película de William Wyler, "El Coleccionista (1965)", por la que fue nominada para el Óscar a la mejor actriz. Anthony Newley es Matthew. Actor, cantante y compositor británico, fue una excelente elección para el personaje. Su primer papel importante en la gran pantalla fue en la película de David Lean "Oliver Twist (1948)", en la que interpretaba a Dick Bultitude.
 
Fue cantante pop en los años 60. Como compositor, en 1963 ganó el premio Grammy por "What Kind of Fool Am I?", pero también fueron éxitos suyos "Gonna Build a Mountain", "Once in a Lifetime", "On a Wonderful Day Like Today", "The Joker", y Novelty songs como "That Noise" y "The Oompa-Loompa Song", además de sus versiones de "Strawberry Fair" y "Pop Goes the Weasel". Newley también escribió éxitos para otros artistas, entre ellos "Goldfinger" (canción de la película de la saga de James Bond "Goldfinger (1964)"). Escribió además canciones para musicales como “Un mundo de fantasía” y “El violinista en el tejado”, entre otros. Newley estuvo casado con Joan Collins en segundas nupcias. Entre el resto del reparto cabe destacar un divertido Richard Attemborough ("El vuelo del fénix (1965)", "La gran evasión (1963)", "Parque Jurásico (1993)"), como Blossom, el dueño del circo ambulante al que Dolittle le vende una llama de dos cabezas. Por el papel el actor ganó el globo de oro al mejor actor de reparto.También ha sido un gran director y ganó el Óscar por la excelente producción "Gandhi" en 1982. Junto a Rex Harrison canta una de las mejores canciones de la película: "I've Never Seen Anything Like It". Portia Nelson es Sarah, la hermana de John Dolittle y Norma Varden es Lady Petherington. Ambas formaban parte del reparto de "Sonrisas y Lágrimas (1965)" (como La hermana Berta y el ama de llaves de Von Trapp), curiosamente.
 
Para la música y las canciones se pensó en un primer momento en los hermanos Shermann, pero estaban atados por su contrato con Walt Disney y estaban componiendo la banda sonora para la mítica "El libro de la Selva (1967)". La segunda opción fueron Alan Jay Lerner y Frederick Loewe pero Loewe se acababa de retirar (aunque volvería con su adaptación de "El pequeño príncipe (1978)") y Lerner no demostró entusiasmo por el proyecto y finalmente se optó por Leslie Bricusse. La enorme presión de la Fox sobre los miembros de la Academia, para salvar parte de lo derrochado, dieron como resultado las 9 nominaciones de la película, incluyendo el relativo al mejor filme. Finalmente se hizo con los Oscar a la mejor canción ("Talk to the animals") y a los mejores efectos visuales. Pese a las críticas recibidas tiene una muy vistosa puesta en escena, una excelente fotografía de Robert Surtees en Todd-AO 70mm y sus decorados y producción fueron alabadas por el mismísimo Orson Welles. El 1998 se llevó a cabo un popular remake adaptando la historia de John Dolittle a nuestros días y en los Estados Unidos, protagonizado por Eddie Murphy ("Super detective en Hollywood (1984)", "Entre pillos anda el Juego (1983)") con unos buenos resultados en taquilla.

Frase para recordar: "Gabgab, deja de lamentarte, sólo son salchichas y tocino..y tú te quejas como si estuviésemos friendo a toda tu familia".
 
 



 
 
Título original: Doctor Dolittle
Director: Richard Fleischer.
Intérpretes: Rex Harrison, Samantha Eggar, Anthony Newley, Richard Attenborough.
INICIO NINO CASTELNUOVO LOS PARAGUAS DE CHERBURGO (1964). EL MUSICAL FRANCÉS DE JACQUES DEMY.
LOS PARAGUAS DE CHERBURGO (1964). El musical francés de Jacques Demy.

Mientras otros realizadores de la Nouvelle Vague, o nueva ola francesa realizaban filmes en blanco y negro, más naturalistas, experimentales, o lejos de la inquietud política de, por ejemplo, Jean Luc Godard, el año que éste rueda "El Soldadito (1963)", Jacques Demy filma, en rabioso y saturado color, la primera película de la historia del cine completamente cantada, a modo de ópera. Demy había debutado en la séptima de las artes con una comedia musical, "Lola (1960)", protagonizada por Anouk Aimée, con fotografía del "iluminador official" de la Nouvelle Vague, Raoul Coutard, y con letras de canciones compuestas por la esposa de Demy, la también realizadora Agnés Vardá. Si en esta película, el azar sacudía a sus protagonistas por las calles de la ciudad de Nantes, para su tercera película, la que nos ocupa, el marco elegido por Demy es Cherburgo, la ciudad costera de Normandía, convertida para la ocasion, en una suerte de plató musical, donde la Mirada del realizador, sin duda, rastrea el musical Hollywoodiense, aunque sin perder cierta conexidad de estilo con el mencionado movimiento cinematográfico francés. En apenas 88 minutos, y distribuída en tres partes: La Partida, La Ausencia y El Regreso, que transcurren entre 1957 y 1963, Demy, realizador y guionista, nos narra la historia de Guy Foucher (Nini Castelnuovo), un jóven mecánico, y Geneviève Emery (Catherine Deneuve), una jóven que trabaja en una tienda de venta de paraguas, propiedad de su madre, Madamme Emery (Anne Vernon).
 
El trasfondo de la incómoda Guerra de Argelia, incide de lleno en el romance de los jóvenes que se aman desesperadamente, pese a la oposición de la madre de ella. El plácido destino de la pareja se verá modificado inexorablemente cuando Guy recibe una carta de reclutamiento, que le obliga a partir hacia el controvertido país del norte de África. La distancia, la soledad de ella, su embarazo y las presiones de la madre, que siempre deseó a alguien económicamente mejor situado para su hija, hacen que la joven se case con el jóven millonario Roland Cassar (Marc Michel). El regreso de Guy a la ciudad sera particularmente doloroso: el paseo por lugares especiales, compartidos con Geneviéve, la memoria asociativa, que tantas malas pasadas nos juega en territorios amorosos, hará que busque consuelo en la prostitute Ginny (Jane Carat) y, de un modo más estable, en Madeleine (Ellen Farner), la jóven que cuida a la tutora del joven, su tía Elise.
 
La melodía del compositor frances Michel Legrand y las canciones escritas entre éste y Demy, se las arreglan para conducirnos por la emotiva historia de amor de los jóvenes protagonistas. En una época donde el cine trataba de librarse de las limitaciones del blanco y negro (hoy se considera artístico y elegante, en aquellos años como un límite a la expresión visual), Demy irrumpe en el panorama con una película de un cromatismo atronador. La secuencia de la última noche de los amantes antes de que Guy se vaya a su destino, vemos a los jovenes pasear, llorar, abrazarse, cantarse recíprocamente su incondicional amor entre sollozos, en un entorno donde los adoquines de las calles están bañados por una iluminación lateral azulada. A la izquierda del encuadre vemos una pared de color verde chillón, la del domicilio de Guy; Al fondo, una pared mural de colores rosa, amarillo, rojo y negro, subliminalmente, o no, nos hacen a los espectadores, plenamente partícipes del torrente de emociones que experimenta la pareja.
 
La película, tratando de ser justos, apasionará a los amantes del género musical e irritará a sus detractores. Probablemente cincuenta años después de su realización, parezca un drama un tanto "pasado de moda" y hasta un tanto empalagoso y edulcorado (la jóven protagonista le dice a su madre en un momento determinado "Yo que me moría por él… ¿porqué no estoy muerta?"). Creo que no es menos cierto que, pese a sus defectos, Demy ha logrado una obra fresca, natural, estimulante, con unos movimientos de cámara armónicos, naturales, y un dominio del espacio escénico (ahí está la hermosísima despedida de los amantes en el tren para demostrarlo), una obra que nos sigue conmoviendo… tanto tiempo después. La película se estrenó el 19 de febrero de 1964. Ese año compitió en la ceremonia de los premios Oscars en la categoría de película extranjera, obteniendo el premio, el largometraje "Ayer hoy y mañana (1964)" de Vittorio de Sica.
 
Fue el año en el que otro musical mítico se alzaba con 8 premios de la academia, la obra maestra "My Fair Lady (1964)" de George Cukor, edición en la que competía el musical de Disney, "Mary Poppins (1964)" de Robert Stevenson. Al año siguiente, curiosamente, la película volvió a estar presente en la edición de los premios Oscars, esta vez compitiendo al premio al mejor guión original, a la mejor Banda Sonora, mejor banda Sonora adaptada, y a la mejor canción. No obtuvo ningún galardón. Ese año la edición perteneció a otro de los grandes musicales de la Historia: "Sonrisas y Lágrimas (1965)" de Robert Wise. En el festival de Cannes de 1964, sin embargo, la película de Demy alcanzó la codiciada Palma de oro, El premio OCIC, ex aequo con "Vidas secas (1963)" de Nelson Pereira dos Santos, y el premio técnico. El filme se rodó íntegramente en la ciudad que lleva el título, del 17 de agosto al 17 de octubre de 1963.
 
La tienda de paraguas de Madame Emery existe realmente al final de la rue du port, y en ella en la actualidad puede verse una placa de color blanco con las letras en rojo, que recuerda el rodaje de la película. Cherburgo ha tenido un apasionado romance con el cine. Sus calles pueden verse en películas como "La Marie du port (1950)" de Marcel carné, en "Tess (1976)" de Roman Polanski, o en "El rayo verde (1986)" de Eric Rohmer. Jacques Demy volvería a filmar a Catherine Deneuve en un musical, "Las Señoritas de Rochefort (1967)", donde compartió protagonismo con su hermana, Françoise Dorléac, fallecida tres meses después del estreno de la película, en un trágico accidente de circulación. Agnes Vardá supervisó una restauración de los hermosos colores de esta bellísima película en 2013, para un exitoso reestreno en salas en el país galo.

Frases para recordar:
"Tanta gente cantando no me gusta… prefiero el cine".
"Sólo en el cine se muere de amor".
 


 
Título original: Les parapluies de Cherbourg
Director: Jacques Demy.
Intérpretes: Catherine Deneuve, Anne Vernon, Nino Castelnuovo, Ellen Farner, Jean Champion.
INICIO VERA MILES PSICOSIS (1960). EL MOTEL DE NORMAN BATES.
PSICOSIS (1960). El motel de Norman Bates.

Marion Crane es una joven que roba de su trabajo 40.000 dólares. Durante su huida, y en plena noche de lluvia, se detiene en un motel de carretera, para resguardarse del mal tiempo. Un motel donde trabaja el retraído y tímido Norman Bates junto a su posesiva madre. A principios de los años 60, Alfred Hitchcock rodaba "Psicosis" una de las obras más famosas y a su vez más aterradoras dentro de la filmografía delmaestro del suspense. La historia del film estaría basada en  la novela de Robert Blonch "Psycho" del año 1.959 donde el guionista Joseph Stefano (escritor y productor de la serie televisiva "The outers limits") sería el encargado de adaptarla al formato cinematográfico. Hay que mencionar que dicha novela fue a su vez  inspirada en las vivencias deEd Gein también conocido por el apodo del carnicero de Plainfield, un asesino en serie de la década de los años 50 que tenía la extraña afición de coleccionar cadáveres y construir con ellos muebles, objetos de decoración y ropas con sus pieles. Al igual que el personaje de Norman Bates, Ed Gain se caracterizaba por su frágil aspecto físico, por su enorme timidez y por su gran represión sexual a causa de la educación sobreprotectora de su dominante madre, peculiaridades que chocaban con su más salvaje instinto criminal.
 
Ed Gein no solo sirvió de inspiración para que Alfred Hitchcock confeccionara el personaje de Norman Bates, otros populares asesinos en serie de la historia del cine como Leatherface de "La matanza de Texas (1974)"  o Buffalo Bill de "El silencio de los corderos (1990)" también surgieron a raíz de su persona. Para encarnar a Norman Bates se eligió al poco conocido Anthony Perkins (y es que a pesar de su nominación al Óscar por el drama "La gran prueba (1956)" junto a Gary Cooper no era un actor de mucho peso en Hollywood). un papel que marcaría al actor para siempre en su carrera profesional hasta el extremo de que verlo en la gran pantalla, fuera quien fuera su personaje a interpretar, siempre nos recordaría su rol del asesino en serie Norman Bates. Un hecho que éste aprovecharía en los inicios de los años 80, en pleno declive profesional, para sacar partido de la popularidad de dicho personaje para participar en tres secuelas ("Psicosis II: El regreso de Norman (1983)", "Psicosis III (1986)" y "Psicosis IV: El comienzo (1990)").
 
Todas ellas de baja calidad y en donde incluso en una de ellas, concretamente la tercera parte, el propio Anthony Perkins también se atrevía a ponerse detrás de las cámaras. Centrándonos en la obra de Hitchcock ésta tiene una de las escenas más famosas de la historia del cine, y es que la secuencia del asesinato de Marion Crane en la ducha, acompañada por la magistral partitura de Bernard Herrmann (compositor habitual en los trabajos de Hitchcock), es uno de esos instantes inolvidables para cualquier cinéfilo que se precie. Una escena compuesta de cincuenta planos y que eliminaría a mitad del metraje a Janet Leigh, la estrella de la película y principal reclamo en el estreno del film. Sin dudas un hecho que sorprendería a propios y a extraños de que su personaje fuera asesinado tratándose de la actriz principal. La interpretación de Janet Leigh le supuso la nominación en los Óscar (en un año ganado por Shirley Jones por su papel en "El fuego y la palabra (1960)") y ser ganadora en los Globos de Oro de aquel año.
 
Dicha escena tiene innumerables curiosidades, entre ellas hay que mencionar que Anthony Perkins no se encontraba durante el rodaje de la escena ya que éste se hallaba en Nueva York presentando una obra teatral. Al igual hay que destacar de que la sangre que recorre la bañera en el momento del asesinato se trataba de chocolate liquido. En 1998 Gus Vant Sant, se le ocurrió la absurda idea de realizar una nueva versión de la obra de Hitchcock, copiando fotograma a fotograma los planos de la obra precedente, resultando un vergonzoso remake que insultaba el gran trabajo del maestro Hitchcock. Recientemente se ha creado una serie televisiva que cuenta la adolescencia de Norman Bates junto a su posesiva madre (papel intepretado por la guapa Vera Farmiga) en "Bates Motel". Como ocurrió en "Pánico en escena (1950)" o "Extraños en un tren (1951)" Alfred Hitchcock iba a incluir a su hija, Patricia, en la película realizando un pequeño papel, en esta ocasión como la compañera de trabajo de Janet Leigh.
Frase para recordar: "Todos nos volvemos locos alguna vez".
 
 


Director: Alfred Hitchcock.
Intérpretes: Anthony Perkins, Janet Leigh, Vera Miles, John Gavin, Martin Balsam.
OBERT REDFORD.

TAL COMO ÉRAMOS (1973).
Los problemas sentimentales de Barbra Streisand y Robert Redford.
Kattie es una joven judía con ideología de izquierdas, activista, cuyo máximo fin en la vida es luchar por un mundo mejor. Una chica de muy buen corazón pero de carente sentido del humor cuando le mencionan temas relacionados con el mundo de la política. Hubbell es un apuesto estudiante, atleta, de enorme carisma y muy popular entre los miembros de su universidad. Es un joven apolítico, amante de la buena vida y cuyo máximo sueño en la vida es convertirse en un importante escritor. A pesar de las notables diferencias entre ambos, Kattie y Hubbell se enamoran y terminan juntos, manteniendo una larga relación sentimental compuesta de grandes momentos conyugales pero también de enormes decepciones en pareja. A principios de los años 70, el realizador Sydney Pollack consagrado por "Danzad danzad malditos (1969)", un interesante película caracterizada por su dura critica social en torno a un concurso de baile y el ecologista western setentero "Las aventuras de Jeremiah Johson (1972)", rodaría este agridulce melodrama romántico donde también tendría cabida los conflictos bélicos de la segunda guerra mundial y la guerra civil española, el entorno político de la época y el turbio asunto de la caza de brujas a cargo del senador McCarthy.
 
Un viaje a través de tres décadas (entre el periodo de los años 40 y 60) sobre las vivencias personales de una pareja media norteamericana cuya historia fue escrita por el guionista y también dramaturgo Arthur Laurents.Barbra Streisand fue la encargada de dar vida a Kattie, una actriz que ya conocía Arthur Laurents después de participar en su musical de Broadway "I Can Get It For You Wholesale". Para el papel masculino, el actor elegido por Sydney Pollack fue Robert Redford. Una elección nada fácil ya que el actor no tenía ni el más mínimo interés en formar parte del proyecto. Según sus propias palabras el personaje de Hubbell en el guión de Laurents, era un mero objeto manipulado por Kattie, un títere masculino sin personalidad. La negativa inicial de Robert Redford incitó al productor del film (Ray Stark) a barajar otras opciones. Y esa opción fue Ryan O´Neal, un actor consagrado por aquellos años en el género romántico a raíz de la lagrimosa "Love story (1970)"de Arthur Hiller y donde también tenía la experiencia de haber trabajado anteriormente junto a Barbra Streisand (actriz por cierto donde se hablaba de su difícil carácter) como compañero de reparto en la divertida "¿Qué me pasa doctor? (1972)", una comedia realizada por Peter Bogdanovich que emulaba a las "screwball comedy" de los años 30.
 
La elección de la productora no fue buen vista a los ojos de Pollack, ya que para su parecer la mejor opción para interpretar a Hubbell era Robert Redford y no se imaginaba a ningún otro actor que realizará este personaje que no fuera él. Su constancia y persistencia tuvieron sus frutos, ya que finalmente el actor cedió y aceptó el papel. La película tuvo gran éxito por parte del público (más de 34 millones de dólares en las primeras tres semanas de su estreno) pero no gozó del respaldo de la crítica especializada que la tacharon de una obra con poco equilibrio argumental entre la parte romántica y su temática política, cuya historia sólo la sostenía el carisma de los dos actores principales, aún así el film consiguió a través de los miembros de la academia 4 nominaciones en los Óscar en aquel año, dentro de las categorías de mejor actriz (Barbra Streisand), decorado (Stephen Grimes y William Kiernan), fotografía (Harry Strandling) y vestuario (Dorothy Jeakins y Moss Marbry) y de 2 Óscar en el apartado musical, uno como mejor banda sonora (a cargo de Madvin Hamlisch) y mejor canción con "The way we were", un tema que arrasó en las listas de ventas de la época.
 
Entre sus escenas hay que mencionar la secuencia del baile de disfraces cuyos invitados tenían que ir disfrazados de uno de los miembros de los hermanos Marx, escena que tuvo como anécdota que el propio Groucho Marx hizo una visita sorpresa en el momento del rodaje de esa secuencia. Pero entre sus escenas para el recuerdo hay que destacar ese antológico final del reencuentro entre los dos protagonistas adornado con el tema "The way we were". Una genial secuencia de los dos amantes, enamorados hasta la médula del uno al otro pero consientes que su amor nunca llegará a buen puerto, son tan incompatibles en cuestión de caracteres y diferencias ideológicas que le impiden que juntos puedan ser felices. Como curiosidad podemos ver entre los actores de reparto a un joven James Wood ("Videodrome (1983)", "Érase una vez en América (1984)") que debutaba en el mundo del celuloide ejerciendo el papel de un amigo de Kattie.
Frase para recordar: "Seria estupendo que ya fuéramos viejos y todo esto hubiera pasado. La vida sería más fácil y sin problemas, como cuando éramos jóvenes".


 

Título original: The way we were.
Director: Sydney Pollack.
Intérpretes: Barbra Streisand, Robert Redford, Bradford Dillman, Viveca Lindfors, Herb Edelman.
INICIO PIERRE RENOIR LOS NIÑOS DEL PARAÍSO (1945). UN CLÁSICO DE MARCEL CARNÉ.
LOS NIÑOS DEL PARAÍSO (1945). Un clásico de Marcel Carné.

Los años 30 y 40 del siglo XX, fueron de particular esplendor para el cine francés. La primera década de los años 30 trajo obras maestras irrepetibles firmadas por cineastas de la talla de Jean Renoir, Jean Vigo o Jaques Feyder, y en el contexto del cine experimental o vanguardista, el cultivado por artistas como Jean Cocteau, Luis Buñuel o Man Ray. Películas como "La Gran Ilusión (1937)" o "La regla del juego (1939)" de Renoir, "Zero en conducta (1932)" y "L’Atlante (1934)", de Jean Vigo o "La Kermesse Heróica (1935)" de Feyder, conviven con "La Edad de oro (1930)" de Buñuel o "La Sangre de un Poeta (1932)", de Cocteau. La década de los años 40, por su parte, trajo uno de los momentos históricos más compulsivos de la historia de Francia. La Segunda Guerra Mundial había comenzado en septiembre de 1939 con la invasión de Polonia por parte de la Alemania nazi. La ocupación Alemana de gran parte de Francia y el Gobierno colaboracionista de Vichy marcaron el devenir de los primeros años de la década. El Mariscal Pétain, jefe de Estado francés, suscribe en 1940 el armisticio con Alemania, convirtiendo a París en parte de la zona ocupada de Francia.
 
Cuatro largos años habrían de pasar hasta la liberación. En junio de 1944 se produce el desembarco aliado en Normandía y en agosto de ese año, la liberación de Paris. Sin embargo ese período de ocupación, resultó particularmente dichoso para la cinematografía gala, pues paradójicamente se rodaron unos 350 largometrajes, y se forjan cineastas del calibre de Jacques Becker, Henri-Georges Clouzot o Robert Bresson. Las décadas mencionadas, en definitiva, permiten la cohabitación el desencanto y el desgarro emocional en la pantalla. El público, superado por el avance del nazismo por Europa y por el subsiguiente conflicto mundial, se muestra más receptivo que nunca a historias oscuras, fatalistas, pobladas de personajes contradictorios, grises, reales como la vida, donde la tragedia marca la cotidianeidad vital. En este contexto histórico, Marcel Carné, quien fuera crítico de cine para revistas como Cinemagazine, Cinemonde, Hebdofilm o Film Sonore, y ayudante de dirección de cineastas de la talla de René Clair o del mencionado Jacques Feyder, compone los cimientos de su cinematografía.
 
Los años 30 ven su primer largometraje, "Jenny (1936)", que dirige con 25 años de edad, donde colabora por primera vez con el escritor Jacques Prevert, con el que iniciará una fecunda relación profesional. A ella le sigue "Un drama singular (1937)", relato criminal con el que se convirtió en uno de los principales directores del cine francés. Carné alcanzará un importante peso específico, con la fatalista "El muelle de las brumas (1938)", una obra que describe el ambiente de angustia que se cernía sobre Europa como consecuencia del avance político del nazismo. Una trágica historia de amor entre dos seres desarraigados, interpretados maravillosamente por el divo del cine galo Jean Gabin y por la actriz Michelle Simon. A la maestría de los cineastas galos de la década de los cuarenta, Carné contribuye con dos piezas magistrales del cine francés de esos años. En primer lugar, "Les visiteurs du soir (1942)", una obra realizada en la Francia bajo control del Gobierno de Vichy, aunque impregnada del aroma de resistencia frente a la ocupación, pese a estar ambientada en la Edad Media, y la que nos ocupa, "Los Niños del Paraíso", en la que tampoco es nada difícil impregnarse del aroma reivindicativo de los franceses frente al yugo nazi.
 
En plena segunda guerra mundial, Carné comienza, por tanto, a planear su séptima película, Los Niños del Paraíso. El proyecto surge de una reunión en un café de la ciudad de Cannes entre el actor Jean-Louis Barrault, el guionista Jacques Prevert y el realizador Marcel Carné. Barrault les habló del personaje real de Jean-Gaspard Baptiste Debureau, conocido como Baptiste, a secas, un trapecista circense que se reconvirtió en mimo y cosechó una fama enorme con la creación del personaje de Pierrot. Jean-Gaspard Baptiste sería interpretado por el propio Barrault. Se decidió la presencia en el proyecto, de otro artista de la época, Fréderick Lemâitre, actor dramático y cómico, muy célebre en su momento por haber reconvertido en comedia, a través de una de sus habituales improvisaciones en el escenario, la obra dramática L’auberge des Adrets (donde interpretaba el personaje de Robert Macaire), para escozor de los autores de la misma. Lemâitre sería interpretado por Pierre Brasseur, el inolvidable doctor Génessier de la obra maestra "Ojos sin rostro (1960)", de Georges Franju. Prevert se pondría a escribir el guión, con la condición de introducir otro personaje real: Pierre-Françoise Lacenaire, un ladrón, estafador, asesino, poeta y escritor, que inspiraría a Fédor Dostoyevski su magnífica novela Crimen y Castigo.
 
Tan siniestro y fascinante personaje recaería en las manos interpretativas de Marcel Herrand. El personaje femenino sobre el que pivotan narrativamente los personajes masculinos, sería completamente ficticio, la joven Garance, interpretado por la actriz Arietty (cuyo nombre auténtico era Léonie Bathiat), que ya había igualmente trabajado con Carné en "Hotel del norte (1938)". Con un equipo técnico que incluía la presencia de Alexander Trauner como decorador artístico y el músico Joseph Kosma, ambos, por su condición de judíos trabajando desde la clandestinidad, Carné comenzó la filmación en el verano de 1943, en los estudios de La Victorine, en Niza. Tales estudios tuvieron que ser desalojados con motivo de la entrada de los aliados por Italia y el avance hacia el norte. El rodaje concluyó a mediados del año siguiente en los estudios de Joinville de París, donde se habían transportado los decorados desde Niza. Más de 1.800 extras (cohabitaron, sin saberlo, simpatizantes de los nazis, con miembros activos de la resistencia), 5.000 metros de película (con la división en dos películas, pues las autoridades nazis prohibían la duración superior a 90 minutos), múltiples vicisitudes, que incluían habituales cortes de electricidad, la escasez y precariedad del material fílmico, etc, y un presupuesto final que rondaba los 60 millones de francos, fueron necesarios para levantar este apasionante largometraje.
 
El montaje fue costeado por el propio Carné, quien tuvo que vender la casa de sus padres. Fue la primera película en estrenarse en salas cinematográficas en Paris tras la liberación aliada. Este fresco histórico, crisol de historias cruzadas y de personajes cuyas vidas se entremezclan entre sí y con el devenir escénico, consta, como apuntamos, de dos partes: El Bulevar del Crimen y el Hombre blanco. Al comienzo, los créditos se solapan impresos sobre un telón, que se alza de un modo solemne, acompañado por una fanfarria musical, al finalizar aquéllos. Un plano general del Bulevard du Temple de Paris, conocido por como el bulevar del crimen, debido a la multitud de asesinatos con propósitos dramáticos cometidos en las diversas obras representadas en los mismos. Dicho Bulevard desaparecería definitivamente en 1862 con la construcción de La Plaza de la República. La gente se agolpa en torno a un equilibrista sobre una cuerda tendida por encima de sus cabezas.
 
La cámara está erigida a una altura intermedia entre el público y el funambulista. Retrocede un poco, a plano general. Vemos uno de los personajes clave de la farsa, el miserable Jericho (interpretado por Pierre Renoir, hijo de Pierre Auguste, y hermano de Jean). La cámara, en un elegante travelling-grúa lateral, nos muestra el bullicio. Gente, carruajes y los artistas en sus atriles. Se detiene ante un forzudo que levanta pesas, un mono que camina con zancos, un tiovivo lleno de niños en caballos de madera. En uno de los escenarios al aire libre se nos dice “Pasen y vean, la verdad está aquí”. Un plano del retrato de una mujer desnuda preside al “Pasen y véanla… y cuando la hayan visto, ¡pensarán en ella de día y soñaran con ella de noche!”. Entran algunos curiosos, y vemos a la joven Garance, desnuda en un tonel lleno de agua, mirándose a un espejo. La verdad es relativa y esquiva. La siguiente secuencia servirá para presentar a Garance paseando por la bulliciosa avenida, y cómo se detiene en el atril donde Baptiste, estático, observa el mundo, sin perder detalle de la joven.
 
Sólo despertará de su letargo para escenificar la realidad del robo de la cartera de un señor acaudalado del público, que sospecha de Garance y ha requerido la presencia de un agente de la autoridad, dispuesto a llevarse a la joven detenida. La escenificación del mimo, exculpará a la mujer, quien, entre agradecida y enamorada, lanza una flor al artista. Los niños del paraíso para la mayoría de críticos, es la obra maestra de Marcel Carné. Se trata de una fábula sobre el amor y la muerte, sobre el bien y el mal. Ambientada la década de los años 30 del siglo XIX, su vigor visual y la capacidad para sintetizar las relaciones entre la vida y el teatro, han hecho que probablemente sea la obra más vigente de su director, y que este bello filme siga manteniéndose actual y de interés para el público contemporáneo. El propio Carné dijo que Los niños del paraíso era un homenaje al mundo del teatro. Las rivalidades entre los actores dramáticos, histriónicos y ruidosos, y los silenciosos y más sutiles funambulistas, los amores cruzados de los diferentes personajes de la trama y como la vida incide en las diversas escenificaciones que pueblan la historia, sirven de meticuloso retrato social, donde los jóvenes que pueblan el paraíso (el gallinero de los teatros), jóvenes que viven en la miseria, pero tratan de evadirse como pueden de la miserable existencia, sin los cuales el teatro no sería posible, cobran cierto relieve.
 
La mirada de Carné y la maravillosa prosa que Prevert deposita en los actores, esplendidos todos ellos, otorgan una armoniosa precisión al conjunto de la obra. El dominio de las secuencias de masas, y la (complementaria) habilidad de las secuencias íntimas, certifican la maestría de la puesta en escena de esta película. Para el recuerdo, la prolongada secuencia que captura uno de los silenciosos números de Baptiste, con Garance interpretando a una estatua silente, que emula a Diana, la diosa de la caza en la mitología romana (Artemisa en la griega). En un momento determinado, el mimo ve a la joven flirteando entre bambalinas con Fréderick. Por la expresión del rostro de Baptiste, la joven Nathalié (interpretada por la actriz española María Casares, exiliada en Francia huyendo del franquismo) emite un grito desgarrador, rompiendo la regla del silencio que rige inquebrantable en la escenificación en el Teatro de los Funambulistas, asustada por la expresión de Baptiste, del que estápacientemente enamorada. “… Esa forma de mirarte y no verte… como si estuviese perdido…”, dirá la sufridora joven. Marcel Carné cayó en desgracia en general para crítica cinematográfica años después de la segunda guerra mundial. Cierto es que su cine jamás volvió a las cotas de calidad de esta película.
 
Diría el realizador con cierta resignación “me piden una y otra vez que repita Les enfants du paradis… como si eso fuese tan fácil”. Los jóvenes creadores de la prestigiosa Cahiers du cinema, y en particular uno de ellos, François Truffaut, se erigieron en francotiradores contra el cine francés de los años 30 y 40, y en particular contra el etiquetado “realismo poético”. Dicha denominación hacía referencia al cine más o menos sofisticado, con entronque en la literatura, muy elaborado, y que consideraban muy artificial. Por supuesto, la película de Carné era un notorio baluarte del realismo poético. Trufffaut definió el cine de Carné como “rancio y anticuado”. Los jóvenes cineastas de la Nouvelle vague proclamaban un cine más a pie de calle, más realista, con menos artificio. Como el tiempo coloca todas las cosas en su lugar, en 1979 se le otorgó a Marcel Carné el premio César de honor. El 14 de abril de 1984, coincidieron Marcel Carné y François Truffaut en la localidad de Romilly con ocasión a la inauguración de dos salas de cine bautizadas con los nombres respectivos de ambos realizadores. Truffaut dijo: “He hecho 23 películas… ¡Está bien!, pero las cambiaría todas por haber hecho Los niños del paraíso…”.
 

Frases para recordar:
"-Puedo decir que me has sorprendido. Hablas con las piernas, respondes con las manos. Una mirada, un gesto, dos pasitos… y en el paraíso lo entienden todo.
-Si, lo comprenden todo. Sin embargo, son pobres gentes, pero yo soy como ellos y los amo, los conozco. Su vida es mísera, pero tienen grandes sueños, y no sólo quisiera hacerlos reír… también quisiera conmoverlos, asustarlos, hacerles llorar.

-¿Y todo eso sin decir nada?
-Si… sin decir nada…"
Conversación entre Fréderick (Pierre Brasseur) y Baptiste (Jean-Louis Barrault).
"-Tiene usted la cabeza demasiado caliente para mí y el corazón demasiado frío… temo las corrientes de aire y yo tengo poca salud.”


Garance (Arietty) a Lacenaire Marcel Herrand
“- ¿En qué piensas, bella esfinge?
- En nada… en un montón de cosas. Por ejemplo, pienso en que en todo el mundo existen enamorados que se aman sin decir nada, o que expresan su amor con palabras sencillas, palabras cotidianas… me parece hermoso".
Conversación entre Fréderick (Pierre Brasseur) y Garance (Arietty)
"Los celos son de todos si la mujer no es de nadie".
Fréderick (Pierre Brasseur)
 

 

 
 
Título original: Les enfants du paradis.
Director: Marcel Carné.
Intérpretes: Jean-Louis Barrault, Pierre Brasseur, Pierre Renoir, Arletty, Marcel Herrand, María Casarès, Louis Salou.

INICIO WESTERN. EL BUENO, EL FEO Y EL MALO (1966). CAPÍTULO FINAL DE LA TRILOGÍA DEL DÓLAR.
EL BUENO, EL FEO Y EL MALO (1966). Capítulo final de la trilogía del dólar.

Con el spaguetti-western surgiría de nuevo el gusto por ver cine del Oeste, un género ya gastado a principios de la década de los 60 y donde el público había perdido el interés por ver filmes de este tipo, ya que sus películas tendían a repetir hasta la saciedad historias donde el pistolero "bueno" se enfrentaba al pistolero "malo" de turno, siempre resaltando en demasía la bondad frente la maldad de cada uno de sus personajes. Con el spaguetti-western se aplica un radical lavado de cara sobre este género cinematográfico, ofreciéndonos un Oeste más salvaje y violento del que nos tenía acostumbrados hasta el momento, presentándonos héroes (bueno, mejor dicho antihéroes) menos bondadosos en cuanto a ayudar al prójimo y más egoístas en el plano de conseguir sus objetivos. Los villanos son pistoleros rudos al que no les tiembla el pulso a la hora de apretar el gatillo de sus revólveres. Un cambio de imagen que chocaba con la suavizada e inocente acción de los western procedentes del territorio norteamericano que habían gustado mucho en su momento pero que en los años 60 parecían demasiados ingenuos en cuestión de su tratamiento.
 
Hubieron realizadores como Sergio Corbucci ("Django (1966)"), Ducci Tessari ("Una pistola para Ringo (1965)") o Enzo G. Castellari ("Mátalos y vuelve (1968)") pero fue Sergio Leone con la "Trilogía del dólar" y "Hasta que llegó su hora (1968)" quien encumbraría la popularidad de este subgénero cinematográfico. La mítica trilogía se iniciaría con "Un puñado de dólares (1964)", un film de modesto presupuesto que lanzaría a la fama a un joven Clint Eastwood que había estado acomodado durante siete años en una seria televisiva titulada "Rawhide". No fue la primera incursión de Eastwood en la gran pantalla ya que había tenido anteriormente sus pinitos cinematográficos en películas como "La venganza del monstruo (1955)", "Tarántula (1955)" o "La escuadrilla Lafayette (1958)", todas éstas ejerciendo una breve aparición que ni si quieran le acreditaban su participación.
 
La particularidad del personaje de Eastwood, que continuaría en el resto de la trilogía, es que es un pistolero con la ausencia de un nombre que le identificara. Además de poseer un rostro inexpresivo, llevar una barba de varios días, usar poncho donde esconder su revolver y por tener una excesiva afición al consumo de tabaco (una afición que se trasladaría a la vida real ya que se comenta que Leone le obligaba a fumar de verdad para dar mayor realismo a su personaje). Tras "Por un puñado de dólares" la trilogía proseguiría con "La muerte tenía un precio (1965)", mi favorita de las tres películas, para finalmente terminar con la monumental "El bueno, el feo y el malo", un film que a diferencia del primero contaría con un enorme presupuesto (más de un millón de dólares y donde Eastwood se llevaría para su bolsillo la más que respetable cantidad de 250.000 dólares).
 
"El bueno, el feo y el malo", película en la que me centro en esta ocasión, fue escrita por el propio Leone en colaboración con Luciano Vicenzoni, también conocido como "el médico de los guiones", un guionista donde escribió durante su trayectoria profesional para más de 60 películas italianas. La película nos situaría en La Guerra de Secesión donde un pistolero de pocas palabras con el apodo de "El Rubio" (El bueno) y su compañero Tuco (El feo), un buscado bandido donde ambos utilizan su condición para sacar partido de ella (Rubio captura a Tuco, cobra su recompensa y en el momento de su ejecución lo salva para posteriormente repartirse entre los dos la preciada recompensa) y un peligroso pistolero a sueldo llamado "Sentencia" (El malo) luchan por conseguir un tesoro compuesto por monedas de oro pertenecientes al ejercito confederado y donde yace escondido en la tumba de un cementerio.
 
Escenas de primeros planos y largos silencios, centrados en las miradas, la mayor parte de ellas de desafío, adornadas de paisajes áridos y polvorientos dominarían el metraje extenso de la película (2 horas y media). Escenas, todas ellas, realizadas meticulosamente por Sergio Leone y acompañadas por la mítica música del maestro Ennio Morricone, un elemento imprescindible en el cine de Leone, caracterizada en esta obra por la mezcla de dramáticas melodías y el uso de estridentes voces y sonidos de silbidos. Uno de los detalles de la composición musical de Morricone en el film es que esta dividida de diferentes partituras, aplicadas según el personaje que hace aparición en la escena (para el personaje de Eastwood el sonido de una flauta, para el de Tuco el uso de voces y para Sentencia la utilización de una ocarina). En el panel interpretativo acompañando a Clint Eastwood nos encontraríamos con Eli Wallach (genial actor visto en clásicos del western norteamericano como son "Los siete magníficos (1960)" y "La conquista del Oeste (1962)") representando a Tuco, un personaje que aporta los momentos cómicos del film y a pesar de su condición de bandido sabe ganarnos por el carisma y simpatía que transmite.
 
Para el papel de el malo, el de Sentencia, Leone escogería a Lee Van Cleef, actor que ya había tenido en sus filas en "La muerte tenía un precio" y del que siempre tuvo predilección después de verlo de villano en "Sólo ante el peligro (1952)" y "El hombre que mató a Liberty Valance (1962)". Gracias a Leone, Lee Van Cleef recuperaría importancia en la meca del cine convertiéndose en un actor clave en el spaguetti western. "El bueno, el feo y el malo", al igual que el resto de la trilogía, fue un gran escaparate para España ya que la mayor parte de los filmes fue rodada en tierras españolas. El desierto de Tabernas (situado en Almeria), también conocido por formar parte de los decorados de "Lawrence de Arabia (1962)", "Cleopatra (1963)" y recientemente en "Exodus" de Ridley Scott, fue fundamental en la acción de la película.
 
Completando los decorados de "El bueno, el feo y el malo" habría que mencionar, La Sierra de Demanda y el río Arlanza, situados en la provincia de Burgos. Entre sus escenas más recordadas, el duelo a tres bandas entre Eastwood, Wallach y Lee Van Cleef, una secuencia homenajeada por Quentin Tarantino en "Reservoir dogs (1992)". Otros de los momentos para el recuerdo, la explosión del puente de Langston, secuencia donde el puente fue construido por ingenieros del ejercito español y que tuvo como anécdota su explosión sin haberse grabado por ninguna cámara. Un malentendido entre el capitán encargado de volar el puente y Sergio Leone fue el causante, por lo que se tuvo, muy a su pesar, construir de nuevo el puente para el escena.
Frases para recordar:
"Duermo tranquilo porque mi peor enemigo vela por mí".
"El mundo se divide en dos, Tuco. Los que encañonan y los que cavan. El revólver lo tengo yo así que ya puedes coger la pala".
"En donde nacimos, para no morir de hambre había que elegir ser cura o bandido".
 


 
Título original: ll buono, il brutto, il cattivo.
Director: Sergio Leone.
Interpretes: Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Eli Wallach, Aldo Giuffrè, Mario Brega, Rada Rassimov.
INICIO UMA THURMAN PULP FICTION (1994). OBRA MAGNA DE QUENTIN TARANTINO.
PULP FICTION (1994). Obra magna de Quentin Tarantino.

Tras confeccionar los guiones de "Amor a quemarropa (1993)" y la psicodélica y macarra obra de Oliver Stone "Asesinos natos (1994)",Quentin Tarantino volvería a ponerse detrás de las cámaras (ya nos había dejado muy buen sabor de boca con su sobresaliente debut (oficial) "Reservoir dogs (1992)")) para rodar esta historia de mafiosos, asesinos a sueldos y delincuentes de poca monta cargada de muy mala leche y delirante humor negro. La obra, todo un homenaje a la cultura pulp, es considerada hoy por hoy en uno de los clásicos modernos indiscutibles dentro de la historia del séptimo arte. Con características similares a su film predecesor (desorden en la estructura de la narración, viscerales secuencias e ingeniosos y gamberros diálogos) la película estaría dividida en tres capítulos, todos ellos entrelazados entre sí: "Vincent Vega y la esposa de  Marsellus Wallace", "El reloj de oro" y "La situación con Bonnie". El realizador tan asiduo en el rescate de actores en el olvido o con problemas de estancamiento profesional, escogería para representar al benévolo asesino Vincent Vega a un fondón John Travolta (después de desechar la inicial opción de Daniel Day-Lewis), un actor siempre recordado por sus dotes bailongas en la setentera "Fiebre del sábado noche (1977)". Una vez visto el film nos cuesta destacar una escena en particular, ya que momentos como la jeringuilla clavada en el pecho de Uma Thurman, el mítico baile de ésta con John Travolta, los sermones bíblicos de Samuel L. Jackson o el monologo de Christopher Walken sobre un reloj de oro quedarán siempre en la retina de cualquier cinéfilo que se precie. Bruce Willis ("El sexto sentido (1999)") como el desgraciado boxeador Butch Coolidge, Harvey Keitel ("El teniente corrupto (1992)") como "El Lobo", el misterioso hombre que resuelve cualquier tipo de contratiempo, Ving Rhames ("Amanecer de los muertos (2004)") como el "violado" y peligrosomafioso Marsellus Wallace o el propio Tarantino en uno de sus habituales cameos serían otros de los nombres que intervendrían en el extraordinario reparto coral que forman la obra. Sobresale la minuciosa selección de temas musicales (la mayoría de artistas de los 50 y 60) que desfilan en el trascurso del film, despuntando el tema "Girl you´ll be a woman soon" de la banda estadounidense Urge Overkill. Como curiosidad, Sylvester Stallone y Mickey Rourke fueron las primeras opciones para llevar a cabo el personaje del boxeador Butch Coolidge.
Frases para recordar:
"Tenemos que sacar este coche de la calle, la pasma suele fijarse en los coches que circulan bañados en sangre".
"Estoy a veinte minutos de alli, llegaré en diez".
"El hecho que seas una personalidad no significa que tengas personalidad".
"Me voy a mi casa a tener un ataque al corazón".


 
 
Director: Quentin Tarantino.
Interprétes: John Travolta, Samuel L.Jackson, Uma Thurman, Harvey Keitel.
 
INICIO SILVIA PINAL VIRIDIANA (1961). LAS MISERIAS HUMANAS Y LA REPRESIÓN SEXUAL POR LUIS BUÑUEL.
VIRIDIANA (1961). Las miserias humanas y la represión sexual por Luis Buñuel.
 
Tras un largo periplo en tierras aztecas y francesas Luis Buñuelregresaría a España para ponerse manos a la obra en su nuevo proyecto cinematográfico: "Viridiana" (y es que este magno realizador no rodaba en territorio nacional desde finales de la década de los años 30 con "¡Centinela alerta (1937!)"), el cuál iba a convertirse en uno de los denominados e indiscutibles títulos clásicos del cine español. La historia se centraría en Viridiana, una novicia que deja temporalmente los hábitos para visitar a su adinerado tío (Don Jaime) produciéndose durante su estancia el suicidio de éste la que le llevaría a quedarse a vivir en su mansión, un lugar donde  lo usaría para predicar la caridad cristiana con un grupo de mendigos del pueblo. La obra, ganadora de la Palma de Oro del festival de Cannes, fue un título lleno de polémica tanto por su particular visión sobre la religión católica como por realizar una suspicaz y dura crítica sobre las miserias humanas y la represión sexual. El trío principal de actores de esta magnífica obra estaría formado por la mexicana Silvia Pinal("El ángel exterminador (1962)") representando Viridiana junto a dos de los actores más consagrados del panorama nacional, Fernando Rey ("Tristana (1970)") en la piel de Don Jaime y Francisco Rabal ("Belle de jour (1967)") como su hijo Jorge. Destaco la presencia de la hija de éste último, Teresa Rabal, una niña de apenas 9 años que debutaba en esto del séptimo arte y que lo hacía de manera convincente. Durante el visionado del film presenciaríamos los característicos elementos cargados de doble sentido y moralidad que incluye el realizador en todas sus obras, desde ese crucifijo que oculta una navaja, pasando por esa "esperpéntica" foto de los mendigos que nos puede hacer recordar a la última cena de Jesucristo con los apóstoles o esa corona de espigas ardiendo en una hoguera, algo que no sería del agrado ni por el Vaticano ni por la censura española de la época hasta el punto de que el film no sería estrenado en nuestro país hasta fechas posteriores a la muerte de Franco. Entre sus escenas hago mención el intento de aprovechamiento de don Jaime hacia su sobrina drogada o esa surrealista y caótica cena de los mendigos dentro de la mansión. Como curiosidad, para dar mayor realismo a la obra todas las ropas que llevan los mendigos de la película son sacadas de verdaderos indigentes de barrios madrileños donde se les hizo un intercambio de sus vestimentas por otras prendas nuevas.
Frase para recordar: "Que cosas pueden estar más lejos una de otra que un viejo como yo apartado del mundo y una muchacha como tu dedicada a Dios".
 
 


 
Director: Luis Buñuel.
Intérpretes: Silvia Pinal, Francisco Rabal, Fernando Rey, Margarita Lozano.
CIO STEVEN SPIELBERG LA LISTA DE SCHINDLER (1993). EL HOLOCAUSTO NAZI SEGÚN SPIELBERG.
LA LISTA DE SCHINDLER (1993). El holocausto nazi según Spielberg.
 
Cuando a principios de los noventa Steven Spielberg decidía aparcar su cine más comercial y palomitero para representar el horror delholocausto nazi en la gran pantalla, éste sufriría todo tipo de críticas y acosos por parte del Congreso Mundial de Judíos. Dicha situación no frenaría al realizador su afán de llevar a cabo este proyecto, consiguiendo que su película fuese (y sea) considerada una de las mejores obras que han plasmado el sufrimiento judío durante la hegemonía alemana. El film con un guión de Steven Zaillian ("Gangs of New York (2002)") y basándose en el devastador relato del australiano Thomas Keneally nos situaría en plena Segunda Guerra Mundial donde el empresario y héroe casual, Oskar Schindler (papel llevado a cabo magistralmente por Liam Neeson), trataba de salvar a un grupo de judíos de su drástico destino en los campos de concentración de Auschwitz. Un desconocido Ralph Finnes ("El paciente inglés (1996)") sorprendería a propios y a extraños por su espectacular interpretación encarnando al sádico comandante nazi Amón Göth. La excelente y nostálgica fotografía en blanco y negro de Janusz Kaminski ("Munich (2005)") junto la sobresaliente partitura (a base de solos de violín) a cargo de John Williams ("Tiburón (1975)") llenarían de sentimiento y dureza las imagenes que llenan la obra. Entre sus escenas hago mención la emotiva y triste secuencia de una niña con abrigo rojo deambulando bajo el caos de la guerra o como un cruel Amón Göth se dedica a disparar a los judíos que ve desde su terraza. La película producida por Branko Lustig (prisionero y superviviente de la barbarie alemana) ganaría 7 oscar (incluidamejor película) del mismo modo Spielberg obtendría el primero de sus dos estatuillas doradas que tiene en su haber (la otra la conseguiría por "Salvar al soldado Ryan (1998)"). Como curiosidad, Ralph Finnes subiría 13 kilos para llevar a cabo su personaje, dicho logro lo lograría con una dieta cimentada en la "ingesta" de litros y litros de cerveza.
Frase para recordar: "Quién salva una vida, salva al mundo entero".
 
 


 
Título original: Schindler´s list.
Director: Steven Spielberg.
Intérpretes: Liam Neeson, Ralph Finnes, Ben Kingsley, Caroline Goodall.

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