Este nuevo líder debe ser
capaz de idear nuevas soluciones a los problemas que tenemos actualmente y a
algunos nuevos para los que nadie le habrá preparado… por lo que ya no sirven
estrategias de liderazgo de manual y planteamientos inflexibles y
burocráticos. Necesitamos un tipo de liderazgo con características
sustancialmente diferentes a las que hemos valorado en los últimos tiempos:
CARACTERÍSTICAS DEL NUEVO
LIDERAZGO QUE NECESITAMOS
ADAPTABILIDAD
Si hay un patrón común que se repite en la actual coyuntura económica es que NO
hay patrones comunes y predecibles. Ya no sirven recetas enlatadas ni casos de
éxito de empresas acontecidos en situaciones y tiempos diferentes… y que son en
gran medida culpables de habernos traído aquí.
Necesitamos líderes flexibles,
que puedan adaptarse rápidamente a nuevas situaciones para las que no han sido
preparados y de las que no tenían información previa… algo fácil de decir pero
tremendamente difícil de conseguir, dado que tendemos a acomodarnos, y la era
que vivimos no nos va a dejar respirar, al menos durante un tiempo.
PERSECUCIÓN DE LA BUROCRACIA
Hubo una época no muy lejana
donde los principales problemas que sufrían las empresas eran de ejecución, de
incapacidad de gestionar la demanda. En este contexto la eficiencia y el
proceso repetible se volvieron necesarios, trayendo de la mano la ¿inevitable?
burocracia.
En la situación actual,
consecuencia del imperativo de la rapidez y flexibilidad, necesitamos
organizaciones extremadamente ágiles donde la burocracia no tenga cabida. Es
algo que aunque “de boquilla” todos condenamos, en la realidad es una cómoda
excusa que utilizamos para no salir de nuestra zona de confort… pero debemos
estar atentos, ya que esa zona de confort es la que nos llevará a la tumba. La
clave es obsesionarse menos con planificar y controlar hasta el último detalle
y más con ejecutar pronto y cerca del cliente.
SOCIAL Y COLABORATIVO
Cuando hablamos de líderes
sociales hablamos de personas que son conscientes de la necesidad de comunicar
y reconocen el papel de la empresa como nodo dentro de una intrincada maraña de
actores… y es que el“líder-ermitaño” que se sentaba en las alturas y no
comunicaba tiene los días contados.
Apertura y transparencia son dos de las
características esenciales del nuevo líder, que entiende que su empresa no debe
ser un castillo ni debe trabajar sola. No se trata de crear una cuenta de twitter
(es sólo el canal), sino de adoptar una mentalidad realmente colaborativa y
abrazar la comunicación como uno de los instrumentos más poderosos para
transformar su entorno… y comprender que la colaboración es la mejor opción
para alcanzar los fines de la empresa (o dicho de otra forma, es el fin del
líder “Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como”)
MENOS JERÁRQUICO
Aunque llevo mucho tiempo
abogando por la redarquía como forma de organización óptima,
la realidad es que sigue siendo una utopía en muchas de las compañías del país.
Eso no quita que debamos abrazar con energía muchos de sus principios, a la vez
que nos esforzamos en evitar los habituales errores de las jerarquías muy
verticales: escasa comunicación entre niveles, desconexión entre lo que
sucede “arriba” y la realidad, demasiados planificando y pocos ejecutando…etc.
Creo que debemos apostar de
forma decidida por organizaciones muchísimo más planas y diversas que las
actuales, donde el mérito para liderar no venga de los años que se han pasado “chupando
banquillo” sino del valor real que aporte cada persona a la compañía. Una
vez me dijeron que la mejor forma de evaluar el futuro de una empresa era
enfrentar el organigrama “formal” con la lista de personas que más valor
aportaban a la empresa; si no cuadraban, el futuro de la compañía estaba en
jaque… y la experiencia me confirma que así es.
SIN MIEDO AL FRACASO
Lo que no es lo mismo que
desearlo… que parece que hoy en día fracasar sea algo estupendo. Pero si
que es cierto que existe una relación absolutamente clara y medible sobre lo
innovadora y ágil que es una organización respecto a su tolerancia al fracaso.
Así que es necesario que
empecemos a animar a nuestro equipo a arriesgarse, a buscar nuevas soluciones y
salir de la cómoda y anodina zona gris donde han estado buscando respuestas
habitualmente. Más allá existen riesgos y errores, pero también aciertos e ideas
transformadoras. Y para ello, nada mejor que recompensar a los valientes aunque
se equivoquen, sin censurar el fracaso per se.
VÉRTICES DE LA PIRÁMIDE
Nos hemos acostumbrado a ver
representado el papel del líder como el vértice superior de la pirámide,
alguien que se sentaba en las alturas estratosféricas y desde allí comunicaba
sus designios para que fueran permeando a los distintos niveles de la
organización… pero ¿cómo se reconcilia eso con la nueva realidad expresada
anteriormente?
En mi opinión lo que debemos
buscar es efectivamente un líder que se considera el vértice de la pirámide…
pero de una pirámide invertida, ya que sobre él descansa el resto de la
organización. Eso implica reconocer la necesidad real de ayudar a que el resto
de la empresa haga su trabajo, el rol de facilitador y no de líder
paternalista… y asumir que no se tienen todas las respuestas, buscando ayuda y
colaboración siempre que sea posible.
ORIENTADO AL LARGO PLAZO
Uno de los grandes errores que
nos ha llevado a la situación actual han sido los líderes cortoplacistas,
animados por recompensas inmediatas y beneficios cercanos. Creo que ya está
sobradamente demostrado lo pernicioso de ese enfoque… y sin embargo seguimos
preocupados únicamente por la cuenta de resultados, por exprimir el máximo jugo
a la operación inmediata.
Sería terriblemente ingenuo no
reconocer la necesidad de buscar rentabilidad a corto/medio plazo, pero no
deberíamos utilizar ese dato como único factor para medir el éxito, que debería
estar matizado con el resultado a largo plazo. Eso implica por ejemplo no exprimir
a los proveedores sistemáticamente o apostar por estrategias de crecimiento que
a corto plazo sean muy lucrativas pero a largo plazo pongan en riesgo a la
empresa.
ÍNTEGRO Y SOCIALMENTE
RESPONSABLE
De la mano de la visión de
largo plazo viene una de las cualidades más importantes que debería poseer un
líder, y que por culpa de algunos casos sonados han degradado la figura del
líder-empresario al del oportunistasin escrúpulos capaz de todo para
enriquecerse personalmente.
El tener poder implicar una
gran responsabilidad. Por ello la integridad y la devolución REAL de valor a la
sociedad (más allá de los casos donde la responsabilidad social corporativa
o RSC se usa como arma de marketing y no bien entendida) es algo imprescindible.
DE MENTE ABIERTA, CREATIVO E
INNOVADOR
Si hay un hecho constante en
esta nueva realidad es que nadie tiene todas las respuestas… y que éstas pueden
venir de los lugares más sorprendentes. Eso implica que debemos abandonar esa
enraizada creencia de que las buenas ideas sólo vienen de los que peinan
canas y de la gente con mucha experiencia. Precisamente esa experiencia es
a veces una barrera para considerar nuevas opciones. Un líder creativo es aquel
que sabe ver oportunidades en sitios donde otros no las han visto, o sabe hibridarencontrando y explotando las conexiones
entre elementos a priori inconexos.
Por eso debemos abrazar la mente del aprendiz y esforzarnos en tratar cada
planteamiento e idea como si fuera la primera vez que la escucháramos
(aborreciendo y persiguiendo los “siempre se ha hecho así” y “aquí no
funcionaría”). En todas partes pueden y deben surgir ideas
interesantes: desde los mandos intermedios a los becarios, desde los clientes a
los proveedores o a la competencia…. si queremos una empresa innovadora y
creativa debemos empezar por trabajar sobre nosotros mismos y nuestros
prejuicios.
REALISTA Y ENFOCADOS
En la situación actual no hay
nada más peligroso que un líder que confunde la flexibilidad y la adaptabilidad
con el perseguir todas y cada una de las oportunidades que pasan (la estrategia
del pollo sin cabeza). Es algo que no sólo resulta desmoralizador para
el equipo sino que es extremadamente caro… así que mejor seamos realistas y
explotemos los recursos (finitos por definición) que tenemos para conseguir los
mejores resultados.
Para ello, en lugar de adoptar
estrategias cobardes(en las que realmente no apostamos por ninguna línea
o donde realmente no llegamos a darles la oportunidad de dar sus frutos),
escojamos 1 o 2 y pongamos todo nuestro foco, pasión y recursos en ellas… para
poder ejecutarlas de forma ágil llevándolas de forma temprana al mercado y
obteniendo feedback real de cliente.
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